El Houdini oriental: un capo de la mafia china escapó de una cárcel en 2022 y su paradero aún es un misterio

Ke Deqiang estaba preso por extorsionar a comerciantes chinos a quienes les exigía dinero a cambio de protección. Está prófugo desde el 2022, cuando saltó una medianera de la Comisaría 1° de La Plata. Pidieron la captura internacional.

09 de mayo 2024, 05:00hs

El próximo 20 de mayo se van a cumplir dos años de la insólita fuga de Ke Deqiang, alias “Matías”, el capo de la mafia china de La Plata que se escapó caminando de la comisaría donde estaba preso por una causa de extorsión. El “Houdini oriental” pudo irse del calabozo sin forzar puertas ni ventanas, por lo que la Justicia entiende que alguien lo dejó salir.

De acuerdo al expediente de más de 400 fojas, hay seis policías imputados y otros tantos sumariados, a la espera del avance de la investigación que se hace cada vez más larga. Mientras tanto, el principal acusado sigue prófugo y hay una alerta nacional e internacional para lograr su captura.

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Ke Deqiang era el presidente de la Cámara de Comercio de Supermercados Chinos y regenteaba al menos 14 locales que funcionaban en La Plata, Berisso y Ensenada. Tenía su base en el barrio La Loma, con un comercio de más de 300 metros cuadrados donde también estaba su casa. En la AFIP figuraba registrado como supermercadista desde 2006, con la compra y venta de comercios. En su historial, también tenía varios viajes a China.

El hombre de 46 años había sido detenido dos semanas antes de la fuga, tras ser acusado de liderar una mafia china que se dedicaba a extorsionar a otros comerciantes de la capital bonaerense a cambio de dinero. El último atentado había sido en 2020, cuando un grupo de encapuchados entró a un comercio chino y atacó a palazos al dueño del supermercado.

El ataque al supermercado de La Plata.

Antes del ataque, el propietario ya había recibido una amenaza escrita en chino-mandarín, en donde le exigían dinero a cambio de protección, algo que pasaba con frecuencia entre el 2010 y 2017 con las mafias porteñas que organizaban balaceras a quienes no pagaban el canon de seguridad. Esto derivó en la operación “Cabeza de Dragón”, que terminó con 40 detenidos y 30 allanamientos en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires.

Pero los atentados atribuídos a Ke Deqiang no tenían vínculos directos con estas bandas más pesadas y actuaban con otra impronta. No usaban armas de fuego, sino que golpeaban a sus víctimas con palos, les dejaban cartas amenazantes en la puerta, y los llamaban a toda hora por teléfono, todo con un objetivo: causar terror.

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Por este caso, después de meses de investigación, el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta (UFI 16) ordenó una serie de operativos en cinco supermercados y en la vivienda de Ke Deqiang que fueron llevados a cabo por la DDI La Plata. En el momento en que “Matías” fue apresado, estaba a bordo de un auto Kia Sorento junto a su pareja, mientras ingresaba a su casa ubicada sobre la calle 25 al 100.

En los allanamientos se secuestraron dos armas de fuego: una pistola 40 milímetros y otra 6.35 milímetros. Además, encontraron municiones, un vehículo, una máquina contadora de billetes, 700.000 pesos y 21 teléfonos celulares.

También detuvieron a otros cuatro ciudadanos chinos, empleados de él, identificados como Chen Dongfen, Chen Tengui, Yang Shiguo y Lin Kai, Estaban imputados en la misma causa y se los acusaba de haber participado del ataque a palazos en el comercio de La Plata. Pero, con el paso de los meses, fueron liberados y absueltos por falta de pruebas. El único que quedó detenido fue Ke Deqiang, el líder de la banda.

De madrugada, a pie y con la ayuda policial: la cronología de la fuga más insólita

La madrugada del 19 de mayo del 2022, entre gallos y medianoche, “Matías” Ke Deqiang se fugó caminando de la Comisaría 1° de La Plata de 53 entre 8 y 9, en pleno centro de la capital bonaerense y a metros de la Casa de Gobierno. El hecho fue reportado seis horas después, cuando el turno siguiente llegó para hacer el conteo de presos y descubrieron que les faltaba uno.

Así fue la fuga de Ke Deqiang.

El comerciante estaba alojado en una celda aparte del resto de los detenidos, ya que el calabozo principal entran solo 8 personas y se encontraba al límite de su capacidad. Cuando capturaron a los chinos, los cuatro fueron puestos en una sala contigua, que tenía las mismas condiciones de seguridad que la anterior. Pero, a medida que sus compañeros fueron liberados, el único que quedó alojado ahí fue “Matías”.

Julio del Dago era el titular de la comisaría en ese momento y se cree que fue víctima de un boicot orquestado por sus subalternos. Con 22 años de servicio, el comisario tuvo que ser desplazado de la seccional y quedó a disponibilidad. A dos años del hecho, el sumario administrativo iniciado por asuntos internos todavía está en trámite.

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En su declaración, el comisario relató que la noche de la fuga se fue a las 19.30, cuando terminó su horario laboral, ya que media hora después entraba la guardia nocturna. Recién a las 8.14 de la mañana, recibió una llamada de una oficial diciendo que el detenido se había escapado. “¿Está abierta la celda?”, preguntó. “No, está cerrada y no hay barrotes limados”, respondió la policía.

El candado estaba puesto cuando los oficiales del turno mañana llegaron a trabajar. Eso fue lo que más llamó la atención. Del Dago fue lo más rápido que pudo a la seccional y lo primero que hizo fue avisar a la fiscal que estaba de turno en ese momento, Virginia Bravo (UFI 7). La funcionaria no lo imputó, porque consideró que no tuvo participación ni encubrió el hecho.

Del Dago fue desplazado de la seccional por “responsabilidad objetiva”. Según la dirección que investiga el accionar policial, el titular no proveyó las medidas de seguridad para que los presos no se escapen, aunque él sostuvo en su declaración que la seguridad estaba provista, dejó el turno completo y a Ke Deqiang encerrado en un calabozo.

Los que sí quedaron en la mira de la Justicia fueron los policías que estaban al momento de la fuga: el jefe de turno, subcomisario Carlos Funaro; el oficial ayudante de servicio Eloy Porro Constantini; la encargada de la imaginaria, Carolina Tejeda; y el oficial ayudante Villafañe. Pero los más complicados son el teniente Iván Sosa y el oficial Ángel Salas. Ambos estaban de recorrida en un móvil policial y son los principales sospechosos.

De las cámaras de seguridad se corroboró que a las 00.20, Sosa y Salas llegaron a la comisaría en el patrullero, entraron y pidieron permiso al oficial de servicio para buscar agua para el mate. Segundos después, Sosa le dijo a la vigilanta si podían agarrar un tupper que le pertenecía al ciudadano chino, con quien aparentemente tenía una amistad. Esto se desprendió de los chats que surgieron en la causa. Tejeda le dio las llaves y a las 00.48 se los ve salir a los dos por la puerta de la seccional.

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Recién a las 2 de la mañana, Tejeda vuelve para el fondo, donde están los calabozos, los cuales quedan separados de la oficina principal por medio de un pulmón, y se da cuenta de que Ke Deqiang no estaba. Una fuente de la causa señaló a TN que, a pesar de que la oficial dijo no haberse dado cuenta de la fuga, la cámara la registró corriendo de un lado al otro, buscando algo desesperadamente junto a los policías de la guardia.

“Les tomaron declaración a todas las personas que estaban en ese momento. La vigilanta dice que estuvo todo el tiempo atrás, pero las cámaras la desmienten. Ella estaba adelante, con el jefe de guardia. Además, pidieron la intervención del teléfono y surgen unos chats en donde habla con el exmarido por Whatsapp y le cuenta lo que estaba pasando en la comisaría”, aseguró esa fuente.

A la mañana siguiente, la ropa de Ke Deqiang y algunas pertenencias todavía estaban en la celda. A los minutos la comisaría se llenó de efectivos: llegó el personal de Control Disciplinario, de Asuntos Internos, de Delitos Complejos, sumado a la fiscal Bravo. Nadie podía imaginar cómo había salido. “Alguien lo dejó ir”, fue la versión más acertada. Y sí, las cámaras lo comprobaron.

En un video que aportaron los dueños del supermercado de al lado se ve con claridad el momento en el que Ke Deqiang sale caminando de la Comisaría y trepa el portón de acceso a la calle. Fue a las 1.25 de la mañana del 19 de mayo, 40 minutos después del ingreso de Salas y Sosa al sector de calabozos.

Lo que presume la fiscalía es que ellos no solo le abrieron la puerta de la celda, sino también le indicaron por donde fugarse. Justamente esta vía de escape da al patio de la seccional. Después, le dijeron que se esconda en los pasillos y que espere un rato para salir sin que nadie se diera cuenta. Finalmente, le devolvieron las llaves a Tejeda y se desentendieron del tema.

Una cena sospechosa con ciudadanos chinos que involucró a más efectivos de La Plata

Durante el transcurso de la investigación, circuló por redes sociales y en distintos medios de comunicación la foto de una reunión que habían mantenido varios integrantes de la Comisaría 1° de La Plata con un grupo de ciudadanos chinos.

“Negociaciones en curso”, decía la imagen que fue compartida en Instagram por un oficial de calle, en donde se los veía cenando todos juntos en una parrilla reconocida de la ciudad. Incluso, se decía que una de las asistentes era pareja de Ke Deqiang.

Desde Asuntos Internos le iniciaron un sumario administrativo a todos los que participaron de esa misteriosa cena, ya que sospechaba que los oficiales estaban involucrados en el hecho y habían organizado todo una semana antes.

Sin embargo, la fiscalía investigó y llegó a la conclusión de que este hecho no tenía nada que ver con la fuga. “Los ciudadanos chinos que estaban en la foto eran los dueños del supermercado de al lado de la comisaría. Los habían invitado a comer porque tenían buena relación, los conocen de siempre. No se condice con la evasión”, señaló una fuente de la causa a TN.

A su vez, uno de los policías declaró durante la investigación que la frase “negociaciones en curso” había sido una “broma interna”, ya que días atrás habían estado hablando de poner un supermercado chino.

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A pesar de las explicaciones y que no se comprobó que tuvieron alguna participación en la fuga, todos ellos fueron cesanteados. Desde lo penal, no se le inició ninguna actuación hasta el momento. Los únicos complicados son los cinco efectivos que estaban la noche en la que Ke Deqiang escapó como “por arte de magia”, por eso, los oficiales lo apodan el “Houdini oriental”.

Mientras avanza la investigación, la cual está trabada desde hace dos años, el ciudadano chino sigue prófugo. El juez de Garantían Juan Pablo Masi ordenó su captura tanto nacional como internacional, es decir, que, si llega a estar en otro país, la policía podría detenerlo sin ningún impedimento. “Ya debe estar en china”, deslizó en modo irónico quien fuera su abogado defensor. Desistió de su representación después de la fuga y, desde ese momento, nada se sabe de él.

Fuente: tn.com.ar