Leonor Estallo Sánchez denunció la falsificación del testamento de su hermana Zulma, fallecida en 2017. Ambas provienen de una tradicional familia bodeguera y son herederas de dos estancias y más de una decena de casas y departamentos. Una escribana también quedó involucrada.
26 de abril 2024, 05:30hs
Leonor tuvo dos hermanas: Nilda, que murió en 1978; y Zulma, quien falleció en 2017 a los 99 años y sufría demencial senil y Alzheimer. Según consta en la causa, la denunciante descubrió que, antes de su muerte, Zulma habría sido engañada para favorecer en el testamento a otros miembros de la familia, que son quienes hoy ocupan el banquillo de los acusados en el juicio oral que se desarrolla desde esta semana en los Tribunales de la ciudad ubicada al norte de la provincia de Buenos Aires.
Leé también: Horror: un hombre cobró una herencia, lo contó en el trabajo y un compañero lo asesinó para robarle
Zulma y Leonor son las herederas naturales de un millonario legado de sus padres: dos estancias -una en Urquiza de 580 hectáreas y otra en La Pampa de 2300 hectáreas- y más de una decena de casas y departamentos ubicados en Pergamino, Mendoza, Capital Federal y Mar del Plata. Zulma era soltera y no tenía herederos naturales, por lo cual su parte en el acervo correspondería a Leonor, según marcan las leyes argentinas.
Leé también: Encontraron descuartizado al joven de 26 años que había desaparecido en Pergamino: sospechan de su pareja
Leonor llevó a juicio a su nuera, Noemí Sánchez; a sus nietos María Paula Giménez y Guillermo González Giménez; y a la escribana María Florencia Peries, quien quedó involucrada en la investigación por la presunta falsificación del testamento. De ser encontrados culpables, afrontan una pena que va desde los 12 meses hasta los 6 años de prisión. Carlos Picco es el juez encargado de dictar sentencia.
“Zulma temía que la envenenaran”
Durante las sucesivas audiencias realizadas esta semana, las empleadas encargadas de cuidar a Zulma Estallo Sánchez contaron que la mujer había sido víctima de maniobras de aislamiento por parte de su nuera y nietos, y que fue apartada de la casa donde convivía con su hermana. Además, coincidieron en que temía que la envenenaran.
Según declararon las cuidadoras, esa desconfianza llevaba a Zulma a volcar el contenido de los vasos que le servían, y mencionaron también que la mujer les manifestaba explícitamente su temor a que le colocaran algo en la comida o la bebida para provocarle la muerte y cobrar la herencia en forma anticipada.
Este jueves, durante la tercera jornada del juicio, una testigo desconoció su firma en el testamento y afirmó que no conocía a Zulma Estallo Sánchez. A su vez, una psiquiatra que la atendió en noviembre de 2010 -unos días después del registro del testamento cuestionado- declaró que la mujer presentaba entonces un importante deterioro cognitivo y que “no estaba en condiciones” de firmar ningún testamento.
Fuente: tn.com.ar