Ayer lunes por la tarde, la provincia de Tucumán se vio sacudida por la noticia del hallazgo del cuerpo de Milagros, una menor de edad, en una vivienda de Villa Mariano Moreno.
Según las primeras informaciones, se trata de Milagros Yumila Valdez, una joven de 15 años que había sido reportada como desaparecida por su familia desde el pasado domingo.
La investigación reveló que Milagros habría sido asesinada por su novio, un hombre de 28 años, quien finalmente confesó el paradero del cuerpo tras ser golpeado por los familiares de la víctima. El trágico desenlace de esta historia ha conmocionado a la comunidad tucumana y ha vuelto a poner en evidencia la urgente necesidad de abordar la violencia de género en la sociedad.
¿Qué pasó con Milagros?
Según testimonios recabados por las autoridades, Milagros y su novio se habían separado del grupo con el que se encontraban el domingo por la tarde, en la esquina de avenida Francisco de Aguirre y San Miguel. Se dirigieron a la casa del joven en Villa Mariano Moreno, donde aparentemente consumieron drogas. Estos fueron los últimos momentos conocidos de la adolescente antes de su desaparición.
La madre de Milagros, Margarita Valdez, había visto a sus hijas ese domingo por la tarde, cuando regresaba de cuidar a su madre en el hospital. Sin embargo, al despertarse cerca de las 10 de la noche, notó la ausencia de su hija menor en la casa. Despertó a Adriana, la hermana de Milagros, y le preguntó sobre su paradero, a lo que Adriana respondió que se había ido con su novio.
Sin embargo, la madre decidió emprender la búsqueda y se encontró con la negativa del padre del joven y del propio novio cuando les consultó por Milagros. Ante la certeza de que le mentían, Margarita denunció la desaparición de su hija en la seccional 6° ese mismo día.
El caso fue asignado a la fiscala Mariana Rivadeneira, quien ordenó la activación del protocolo de búsqueda. El personal de la Unidad Regional Norte, bajo la dirección del comisario Joaquín Girvaux, comenzó a investigar el paradero de Milagros.
La situación dio un giro cuando los familiares de la adolescente encontraron a su novio y le propinaron una golpiza, logrando que este confesara haberla asesinado. Fue presentado ante las autoridades policiales y relató lo sucedido, aunque no reveló el destino final del cuerpo.
En ese momento, los agentes obtuvieron un testimonio clave de una vecina del acusado, quien afirmó haber visto a la pareja ingresar a una vivienda y solo al joven salir poco después en el barrio 180 Viviendas.
Allanamiento y hallazgo
Tras obtener una orden de allanamiento, los investigadores se dirigieron a la vivienda señalada y descubrieron un pozo ciego donde encontraron el cuerpo de Milagros. Al confirmarse que se trataba de un femicidio, el expediente pasó a manos del fiscal Ignacio López Bustos, quien ordenó la realización de la autopsia y la detención del novio.
El médico forense determinó que Milagros había sido estrangulada y no descartó la posibilidad de que también hubiera sido víctima de abuso sexual.
Dolor por el femicidio de la menor tucumana
La noticia del brutal asesinato ha generado una profunda indignación y dolor en la comunidad tucumana. Los familiares de Milagros expresaron su consternación y exigieron justicia para su hija.
Graciela, una pariente de la víctima, habría manifestado: “Ella podría haber tenido muchos problemas, pero no merecía morir de esa manera”. Además, hizo hincapié en el flagelo de las drogas y la falta de ayuda para aquellos que buscan salir de esa situación.
Antecedentes del femicida de Milagros
El acusado, por su parte, tenía antecedentes por robos menores y problemas de adicción. Vecinos de la zona donde ocurrió el crimen lo describieron como alguien constantemente envuelto en problemas y adicciones. Ahora, deberá enfrentar las consecuencias legales de sus acciones y responder ante la justicia por el terrible crimen cometido.
Abordar políticas de violencia de género
Este trágico suceso pone de manifiesto una vez más la importancia de abordar de manera contundente la violencia de género y la necesidad de brindar apoyo y protección a las víctimas.
Asimismo, nos recuerda la urgencia de promover una cultura de respeto y igualdad, donde las mujeres y las niñas puedan vivir libres de violencia y puedan desarrollar todo su potencial.