Una serie de actas secretas del directorio de Fabricaciones Militares que datan entre 1945 y 1950 revelan, en forma indiciaria, cómo se financió la llegada de criminales de guerra y colaboracionistas nazis a la Argentina, en el marco de lo que se conoció como “la ruta de las ratas”, después de la Segunda Guerra Mundial.
Las actas ordenan “la contratación” de personas en países europeos y algunas se presume fueron usadas para cubrir el pago del viaje y la estadía de los nazis, revelaron a Clarín fuentes del Gobierno.
“Son cuatro actas donde el directorio, en forma secreta ordenaba, enviar comisiones para contratar científicos polacos para Fabricaciones Militares”, contaron las fuentes. Así viajaron con pagos de “unos 20 mil francos suizos” a Londres, Zurich y otras ciudades europeas, pero no se sabe si realmente llegaron los científicos polacos a Argentina.
En esos documentos se señala por ejemplo que Mengele llegó a través de un acuerdo con la Cruz Roja Internacional y que Kutshmann ingresó al país el 16 de enero de 1949 con el nombre falso de Pedro Ricardo Olmo y con el pasaporte español número 538765. Y, resalta el prontuario, con una “célula para sacerdotes y religiosos del ministerio de Asuntos Exteriores de España número 2307”. El entonces, dictador de España, el general Francisco Franco, si bien se mantuvo neutral en la guerra fue un aliado del nazismo de hecho.
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“La ruta de las ratas”: nazis en Argentina.
En realidad, esos documentos ya habían sido desclasificados por el decreto 232 de 1992 ex presidente Carlos Menem debido al impulso de su canciller Guido Di Tella. Así se creó la llamada Comisión de Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Argentina (CEANA) que descubrió indicios de la presencia de “180” criminales nazis pero no solo alemanas, sino también colaboracionistas croatas, ucranianos, bielorrusos, holandeses y belgas, durante los dos primeros gobiernos de Juan Perón.
Esas 1.850 piezas tienen, en general, datos conocidos y entre ellas no se encuentras éstas actas secretas de Fabricaciones Militares que por orden del presidente Javier Milei, el ministro de Defensa, Luis Petri, se las dio en marzo a representantes del Centro Simon Wiesenthal, entre ellos, su director para América Latina, Ariel Gelblung.
En febrero de este año, Milei recibió en Casa Rosada a las autoridades del Centro Simon Wiesenthal, quienes le entregaron una carta del Comité de Justicia del Senado de los Estados Unidos para que la Argentina colabore con su investigación al Credit Suisse por ayudar al nazismo.
Los representantes del Simón Wiesenthal pidieron concretamente que Milei le de acceso a los archivos argentinos a un grupo de investigadores, encabezados por Neil Barofsky, a quien el Crédit Suisse había contratado hace cuatro años para investigar las conexiones del banco con el oro nazi. Ahora con el apoyo del Senado norteamericano, Barofsky envió el mes pasado un informe provisorio que contiene “nuevos y extensos hallazgos” sobre la investigación de la conexión con los nazis.
Petri afirmó que existe el “interés de conocer algunas actas del directorio que daba cuenta de operaciones de Fabricaciones Militares entre 1945 y 1950 donde esas actas de directorio eran secretas y encomendaban la contratación de personas en países europeos”, sin dar más detalles al respecto. Esas actas no fueron difundidas por el Archivo General de la Nación y los decretos revelados tiene fecha a partir de 1957. Es decir, no incluyen los dos primeros gobiernos de Perón.
La reunión se realizó por un pedido de ese senador de EE.UU al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien dio la orden de profundizar la búsqueda de documentos sobre nazis en el Estado argentino.
A mediados de 2023, el Centro Simon Wiesenthal había recordado que hace varios años, se inició una investigación global dirigida por Stein Mitchell Beato & Missner LLP, sobre los activos y cuentas nazis y afiliadas a los nazis que ciertos bancos extranjeros mantuvieron mucho después del final de la Segunda Guerra Mundial.
En paralelo, el Credit Suisse informó que el CSW en marzo de 2020 le pidió que investigara una lista de 12.000 individuos que incluía a nazis que llegaron a Argentina a partir de la década de los años 30, muchos sospechosos de haber girado dinero a cuentas suizas.
La lista se basaba en miembros de la Unión Alemana de Gremios (UAG), un sindicato argentino vinculado a la ideología nazi, y según el Centro Simon Wiesenthal muchos de ellos tenían cuentas en el banco suizo Schweizerische Kreditanstalt, predecesor directo de Credit Suisse.
Los investigadores sólo hallaron ocho miembros de la lista facilitada por el Centro Simon Wiesenthal que tuvieran posiblemente una cuenta en el Schweizerische Kreditanstalt entre 1933 y 1945, pero “siete de ellas estaban cerradas en 1937”, señaló Credit Suisse.
Antes en 1988, bancos suizos reconocieron que jerarcas nazis había depositado dinero de bienes confiscados a los judíos antes y durante la II Guerra Mundial y acordaron pagar 1.250 millones de dólares a descendientes de las víctimas asesinadas y robadas.
Las actas de Fabricaciones Militares contienen indicios sobre esa financiación de la “ruta de las ratas” hacia Argentina. Los documentos no se difundieron aún pero Clarín adelanta su contenido secreto.
Fuente: clarin.com