Treinta y tres ex cancilleres y figuras destacadas de la diplomacia en América Latina se unieron para emitir un contundente manifiesto que denuncia el “desmoronamiento del orden internacional” y la erosión de los principios fundamentales del Derecho Internacional. La crítica pone el foco y hace nombres propios en las acciones del presidente ruso Vladimir Putin; el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu y en el grupo terrorista Hamas.
El documento, que se oficializará este jueves y al que Clarín accedió en exclusiva, señala con preocupación las amenazas globales a la paz, los derechos humanos y el medio ambiente, y llama a la región a recuperar su protagonismo en la defensa de estos valores.
El manifiesto destaca cuatro puntos principales que consideran fundamentales para comprender la crisis global actual. Uno es por la invasión de Rusia a Ucrania a la que los cancilleres definen como un intento de conquista colonial inadmisible en pleno siglo XXI.
Otro de los puntos es por las violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario. Denuncian los ataques deliberados contra civiles, tanto en Ucrania como en la Franja de Gaza, en Sudán -donde denuncia ataques sexuales- y otros conflictos actuales. También hace mención a Donald Trump, electo presidente en Estados Unidos y alerta sobre su embate sobre Panamá y el canal centroamericano.
El texto -según su anticipo- critica la violencia ejercida por todas las partes involucradas tanto como rechaza la doble vara en la condena internacional de estos actos.
Por otro lado, los firmantes advierten sobre el uso de aranceles como herramienta política y la imposición de barreras al libre comercio, prácticas que afectan la economía de América Latina y agravan la pobreza y la desigualdad.
El cuarto punto a destacar son los retrocesos en la lucha contra el cambio climático. Subrayan que 2024 fue el año más cálido registrado y critican la falta de compromiso global con el Acuerdo de París. “América Latina, el continente de la biodiversidad, tiene mucho que perder si no se actúa con urgencia”, remarcan.
El documento también enfatiza el papel histórico de América Latina en la creación de la Carta de las Naciones Unidas y llama a los países de la región a unirse para enfrentar las amenazas actuales. “Es hora de recuperar los espacios de concertación y construir una visión renovada del multilateralismo”, afirma el grupo de ex cancilleres latinoamericanos.
Entre los 33 firmantes figuran los argentinos Susana Malcorra (a cargo de Cancillería en parte del gobierno de Mauricio Macri) y Santiago Cafiero (en tiempos de Alberto Fernández). Con ellos, rubrican representantes de diferentes gestiones de Itamaraty, la diplomacia de Brasil, como de una quincena de países.
También, dirigentes que tuvieron roles preponderantes en organismos internacionales de la talla de Rubens Ricupero (ex ministro de Hacienda de Brasil y secretario general de la UNCTAD, la conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo), Claudio Grossman (expresidente de la CIDH y del Comité de Naciones Unidas contra la Tortura), Juan Méndez, José Miguel Vivanco (ex director de Human Rights Watch) y Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz de Colombia que hizo las veces de secretario técnico de la convocatoria
El manifiesto completo de 33 ex cancilleres latinoamericanos
Cualquier observador reconoce con facilidad que estamos asistiendo al desmoronamiento del orden internacional. Los consensos normativos y los principios que han regulado las relaciones entre las naciones desde los horrores de la Segunda Guerra Mundial, incluido el principio sagrado de no agresión, están siendo desmantelados y remplazados por bloques de poder construidos alrededor de la ley del más fuerte.
Ese no es el mundo en el que queremos vivir los latinoamericanos. Y por eso hacemos un llamado a que América Latina recupere su voz y su protagonismo en defensa de los principios en los que siempre ha creído. En la Conferencia de San Francisco de 1945 y en la anterior Conferencia de Chapultepec, América Latina marcó el camino de la Carta de las Naciones Unidas, en especial del Artículo 2.4 y su prohibición del uso de la fuerza y de la amenaza del uso de la fuerza contra la integridad territorial de un país, con su insistencia en principios como “la proscripción de la conquista territorial” o “la adopción de la vía de la conciliación, del arbitraje amplio o de la justicia internacional para resolver toda diferencia o disputa” o “el reconocimiento de que el respeto de la personalidad, soberanía e independencia de cada Estado americano constituye la esencia del orden internacional”.
Denunciamos el ataque al que están siendo sometidos estos principios y en general los fundamentos del derecho internacional. En primer lugar, denunciamos el ataque al principio de inviolabilidad del territorio, como el que ha lanzado Vladimir Putin con su devastadora invasión de Ucrania. No es aceptable que un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se lance a la conquista de un país vecino en una guerra colonial. Ucrania está luchando por su independencia y debe contar con el apoyo decidido de América Latina. Esperamos que Estados Unidos mantenga su ayuda a Ucrania, independientemente de sus esfuerzos por poner fin a esa guerra. También expresamos nuestra solidaridad con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y rechazamos las afirmaciones recientes del presidente electo Donald Trump sobre el Canal de Panamá.
En tercer lugar, denunciamos los ataques al libre comercio y la pretensión de imponer mayores barreras a nuestras exportaciones y usar los aranceles como herramienta de presión política, violando las reglas concertadas en la OMC. El flujo de bienes es determinante para el crecimiento de nuestras economías y la lucha contra la pobreza y la desigualdad en nuestro continente. También para el desarrollo de políticas inteligentes y justas frente a los fenómenos migratorios, que se correspondan con los principios aceptados del derecho internacional.
Y en cuarto lugar, denunciamos los ataques a los compromisos adquiridos en la lucha existencial contra el cambio climático. El 2024 fue el año más cálido de la historia y el primero en romper el límite de los 1.5 grados acordado en la COP21. Y sin embargo pocos países cumplen con las metas de reducción de emisiones; algunos incluso amenazan con abandonar el Acuerdo de París. Nadie tiene más que perder que América Latina, el continente de la biodiversidad.
Hacemos un llamado a los países de la región a que recuperen los espacios de concertación, identifiquen más allá de las diferencias los intereses compartidos y, en medio del asalto que estamos viviendo al derecho internacional, construyan con la misma audacia y decisión de hace ochenta años una visión de un multilateralismo renovado en el que todos tengan cabida y América Latina vuelva a tener voz.
El manifiesto lleva la firma de los excancilleres y diplomáticos Soledad Alvear (Chile, 2000-2004), Carolina Barco (Colombia, 2002-2006), Santiago Cafiero (Argentina, 2021-2023), Norman Caldera (Nicaragua, 2002-2007), Jorge Castañeda (México, 2000-2003), René Castro (Costa Rica, 2010-2011), Gustavo Fernández (Bolivia, 1979, 1984-1985, 2001-2002), Mariano Fernández (Chile, 2009-2010), Guillermo Fernández de Soto (Colombia, 1998-2002; embajador ante la ONU, 2018-2022), José Félix Fernández Estigarribia (Paraguay, 1999-2000, 2012-2013), Alejandro Foxley (Chile, 2006-2009) y José Antonio García Belaunde (Perú, 2006-2011).
Y finalmente, Eduardo Stein (Guatemala, 1996-2000; vicepresidente de Guatemala, 2004-2008), Antonia Urrejola (Chile, 2022-2023), Rubens Ricupero (Brasil, secretario general de UNCTAD, 1995-2004), Sergio Jaramillo (Colombia, alto comisionado para la Paz, 2012-2017), Claudio Grossman (presidente de la CIDH, 1996-1997), Juan E. Méndez (relator especial sobre la Tortura de la ONU, 2010-2016) y José Miguel Vivanco (director para las Américas de Human Rights Watch, 1994-2022).
DS
Fuente: clarin.com