El avance del año electoral y la condena a Cristina Fernández de Kirchner tensan el clima en el Congreso y el oficialismo teme una parálisis en la actividad legislativa.
Unión por la Patria incrementó su ofensiva y en La Libertad Avanza creen que los gobernadores peronistas aliados -que son clave cada vez que ordenan a sus legisladores ausentarse o abstenerse- tendrán menos margen de maniobra en esta situación en la que el espacio presiona por la unidad opositora y se endurece contra el presidente Javier Milei.
“Se va a extremar y evidenciar más los que estén de un lado o del otro. Más difícil desmarcarse”, sentencia un oficialista de Diputados.
La última semana, la bancada que conduce Germán Martínez se retiró de la comisión de Asuntos Constitucionales. “La Argentina sufre una peligrosa escalada hacia el autoritarismo. Por esta razón nos vamos a retirar y dejamos asentado que el Estado de Derecho está muriendo”, denunció Leopoldo Moreau antes de que los legisladores de UP se fueran.
Ese día, el oficialismo sufrió un revés: no pudo pudo dictaminar el proyecto que modifica la composición de la Auditoría General de la Nación -una iniciativa del propio presidente de la Cámara, Martín Menem- porque les faltaba una firma para conseguir despacho.
En lo que va del período ordinario que empezó en marzo la Rosada no aprobó ninguna ley propia todavía, aunque logró ratificar el DNU de deuda con el FMI.
Ahora la Casa Rosada necesita darle luz verde a la iniciativa de Inocencia Fiscal para fomentar el uso de los dólares “bajo el colchón”. Si bien dijeron que el tratamiento sería exprés ya sufre demoras porque hay dudas sobre los números y el riesgo que significaría abrir el recinto en este contexto.
Menem conversó con el equipo de Economía de Luis Caputo e intentarán hacer al menos una reunión informativa aunque esta semana, además, es corta por los feriados. “No hay tanto apuro porque las provincias ya están firmando los convenios”, justifican en LLA.
Mientras tanto, el oficialismo intenta frenar los embates. En el Senado, Unión por la Patria -con empuje de CFK- buscará apurar la sanción de las leyes que recomponen las jubilaciones y la que declara la emergencia en discapacidad. Trabajan para conseguir aprobarlas con dos tercios, cuestión de que a Milei se le dificulte el veto.
En Diputados, el kirchnerismo junto a las bancadas dialoguistas están dispuestas a insistir con un tema urticante para el Gobierno: la comisión investigadora del caso $LIBRA, que el oficialismo intenta bloquear por todos los medios para que no funcione.
Ahora, las bancadas de UP, la Coalición Cívica, Democracia para Siempre, y Encuentro Federal van por una nueva vía para romper el empate de la comisión: presentaron un proyecto de resolución que plantea que “será designado como presidente aquel miembro propuesto que cuente con el respaldo de los miembros de la comisión cuyos bloques parlamentarios representen, en conjunto, la mayor cantidad de diputados de la Cámara”.
“Hace 40 días que el oficialismo y sus aliados hacen todo lo posible para bloquearla: manipularon la integración, forzaron un empate en la designación de autoridades, vaciaron la comisión e impidieron que se resolviera en la última sesión”, se quejó Maximiliano Ferraro, autor de la iniciativa.
Para votarse en el recinto el proyecto tiene que obtener primero dictamen de las comisiones de Asuntos Constitucionales -que preside el libertario Nicolás Mayoraz- y Peticiones, Poderes y Reglamentos que conduce Silvia Lospennato del PRO. Si ellos no convocan a las comisiones, la oposición ya planea emplazarlos en la próxima sesión. Otro motivo por el que el oficialismo prefiere dilatar la apertura del recinto.
El condimento electoral
A medida que se cierran los frentes provinciales y se acerca el momento de las definiciones nacionales, los bloque sufren quiebres. Una prueba de ellos quedó a la vista en la última sesión donde los aliados del oficialismo – el PRO y la UCR- mostraron diferencias internas.
Escalaron a cuatro los radicales que se desmarcaron de la decisión de la bancada de Rodrigo De Loredo de no dar quórum. “Ya está claro que más allá de la pertenencia grupal, la proximidad de las elecciones hace que cada cual juegue su situación particular”, reconocen en la bancada.
Mientras que en el PRO a la hora de votar la recomposición jubilatoria hubo nueve macristas que se abstuvieron en vez de votar en contra como habían acordado en la reunión de bloque que conduce Cristian Ritondo,
“En el bloque está todo OK. Sólo que comenzó a expresarse cierta tensión con el ninguneo del oficialismo a los bloques aliados en particular y al Congreso en general”, justificó uno de los que se desmarcó del PRO.
Se trató, en su mayoría, de figuras de peso y cercanas al ex presidente Mauricio Macri como María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato.
Fuente: clarin.com