El Banco Central declaró “irrecuperables” las deudas del hotel emblema de los Kirchner

Hotesur SA es la empresa más importante de la familia Kirchner. Es dueña del hotel Alto Calafate administrado desde que fue adquirido, hasta julio de 2013, por Lázaro Báez que para entonces, ya se había convertido en el principal adjudicatario de obra pública vial en suelo santacruceño. La firma hotelera fue investigada por lavado de dinero y hace cuatro años volvió, su administración a manos de sus dueños. Por segunda vez, el Banco Central colocó en la categoría de incobrables una serie de créditos de la compañía.

Para la justicia, la principal empresa de Cristina, Máximo y Florencia Kirchner dedicada a la explotación de su único inmueble, el hotel de cuatro estrellas, sólo fue una “pantalla sin fines comerciales reales”. En paralelo, Cristina y Máximo irán este año a un juicio oral por lavar dinero a través de ese y otros hoteles que les construyó Báez.

La acusación judicial por la que deberán comparecer la ex vicepresidenta y su hijo y diputado nacional, en un juicio oral, refiere a una estructura montada para concretar operaciones de lavado de dinero a través de la actividad hotelera.

El eslabón indispensable fue Lázaro Báez quien mientras recibía contratos viales por $ 51.000 millones, explotaba Hotesur sin experiencia en el rubro.

Con dicha actividad entre 2009 y julio de 2013, el empresario patagónico, garantizó a los Kirchner $ 27,5 millones por el gerenciamiento del Alto Calafate y más $ 11 millones por habitaciones que contrató y que nunca utilizó. La Justicia concluyó que se blanquearon $ 80 millones.

Hubo más. Néstor y Cristina Kirchner pudieron comprar Hotesur con un préstamo de 8.329.596,60 pesos que les realizó Austral Construcciones. El mismo debía cobrarse en dos años, pero al empresario nunca le interesó exigir que se salde la acreencia.

Así, la firma elegida para administrar el hotel y otros dos más de los ex presidentes, fue Valle Mitre SRL que se creó en 2008: meses antes de la adquisición del Alto Calafate.

Durante más de seis años Hotesur SA estuvo bajo la intervención judicial hasta que en 2020 la familia Kirchner recuperó el manejo de la compañía, siempre con una veeduría de la ex AFIP.

La administración de los Kirchner, en rojo

Bajo la administración de personas de confianza de los dueños, la firma hotelera no mejora en sus números.

En manos de sus dueños Hotesur fue calificada por el Banco Central, es su escala de deudores, como “irrecuperable”. Después de esa instancia queda una última calificación que es irrecuperable por disposición técnica. El BCRA aplica estas categorías de manera automática tras la información que recibe de las entidades financieras.

No es la primera vez que ocurre. En 2022 bajo la órbita de la familia Kirchner, la empresa dueña del Alto Calafate ya había recibido esta calificación por parte del Central por créditos bancarios adquiridos.

Todo se encuentra regulado en la normativa sobre calificación de deudores. Cuya reglamentación sostiene que las deudas de clientes incorporados a esta categoría “se consideran incobrables. Si bien estos activos podrían tener algún valor de recuperación bajo un cierto conjunto de circunstancias futuras, su incobrabilidad es evidente al momento del análisis”. Así se encuentra Hotesur, una vez más.

Los números oficiales a los que accedió Clarín, muestran que en sus antecedentes crediticios la compañía durante todo el 2023 y mitad de año del 2024, estuvo bajo esta calificación, superando la instancia de “alto riesgo de insolvencia” y pasando al status de “irrecuperable”.

¿Cómo se puede llegar a esta situación? Según el BCRA el cliente, en esta caso la empresa de los Kirchner, presentó una “situación financiera mala con suspensión de pagos, quiebra decretada o pedido de su propia quiebra, con obligación de vender a pérdida activos de importancia para la actividad desarrollada y que materialmente sean de magnitud significativa”.

En otro tramo la normativa explica que el flujo de fondos no alcanza a cubrir los costos de producción. La calificación de irrecuperable se aplica para quienes incurren en atrasos superiores a un año, “cuente con refinanciación del capital y sus intereses y con financiación de pérdidas de explotación”.

La información oficial expone que son diez meses continuos de deuda, parte de ellos bajo la administración de la familia Kirchner y el nuevo directorio. Entonces, se les aplicó una de las peores calificaciones para deudores.

Hotesur SA desde 2023 fijó como domicilio fiscal la vivienda que utiliza Cristina Kirchner cada vez que está en Río Gallegos, en la costanera local.

Los interventores judiciales en varios documentos habían planteado la inexistencia de un “grupo económico” real, señalando que se ha diseñado una “ingeniería societaria y un mecanismo de explotación que es funcional a eludir la cautela judicial y que además ocasiona gastos estatales”.

El planteo fue acompañado de otra explicación, al analizar la documentación, ver el movimiento del hotel, los contratos de locación celebrados, entendieron que la actividad comercial “era escasa y poco rentable”. Por eso, en 2018, el interventor sugirió disolver la sociedad y liquidarla.

La empresa clave para manejarla

La justicia corroboró que la empresa administradora no tenía fondos para pagar el canon de explotación, motivo por el cual comenzó a recibir préstamos intercompany por más de $ 75 millones, mientras recibía contratos viales “direccionados, con abultados sobreprecios y de manera ilegal”, sostuvo la sentencia condenatoria del caso Vialidad.

¿Cómo remitió esos fondos? A través de la “simulación de contratos”, dijo la fiscalía. Detalló en este punto un acuerdo entre Austral y Valle Mitre para consultoría “en materia hotelera y asesoramiento general para el desarrollo y apertura de unidades de negocio”.

También se expuso otra contratación con Kank & Costilla “por el alquiler de habitaciones dobles y mensuales por 20 noches” en el Alto Calafate “donde se iba a alojar personal de la empresa siendo que trabajaban en obras viales a 472km, 191km y 120km de distancia del hotel“.

Al listado añadió una contratación por parte de Don Francisco y La Estación (ambas estaciones de servicio de Báez) que le contrataron a Valle Mitre el salón de fiestas de “Alto Calafate por 6 meses y durante 5 meses, 4 habitaciones dobles por cada día de reserva utilización del salón”.

Estos contratos permitieron que Valle Mitre reciba más de 75 millones de pesos de empresas del mismo grupo “para poder pagarle el canon de locación de los hoteles a la familia Kirchner “, sostiene la acusación.

Lázaro iba a pérdida, pero no importaba

El dato que resaltó el Ministerio Público Fiscal es que la gestión de Valle Mitre “arrojó pérdidas superiores a los seis millones de pesos a diferencia de las ganancias que sí reportó a favor de la familia Kirchner”, se señaló.

Valle Mitre SRL tuvo como único cliente a los Kirchner, manejó tres de sus cuatro hoteles, y de todos modos, iba a pérdida sin embargo, mes a mes garantizó por la explotación del Alto Calafate, ingresos a favor de los ex presidentes Kirchner por más de 28 millones de pesos.

La ecuación negativa para Báez cuenta con otro número: el flujo canalizado por las locaciones firmadas con Lázaro Báez superó en trece veces el valor invertido para la compra del hotel por parte de los ex presidentes.

Fuente: clarin.com

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