El Gobierno dice que resucitará la mesa con empresarios, sindicalistas y gobernadores

Javier Milei vuelve a buscar oxígeno político con una herramienta que le sirvió para ganar tiempo, pero todavía no se tradujo en políticas concretas. En plena campaña electoral, la Casa Rosada desempolva el Consejo de Mayo, el órgano que debía velar por la ejecución de los principios firmados en el Acta de Mayo, que el Presidente rubricó el 9 de julio de 2024, en Tucumán junto a 18 gobernadores y que originalmente había llamado Consejo de Mayo. A la misma mesa estaban invitados, además de los mandatarios provinciales, representantes sindicales y empresarios.

El denominado Consejo, por ahora, solo tiene dos representantes confirmados, los del Gobierno. Se trata del ministro más político del gabinete, Guillermo Francos, y del menos, el de Transformación y desregulación del Estado Federico Sturzenegger. Los dos nombramientos fueron oficializados en el Boletín Oficial hace meses.

El Ejecutivo dejó de publicar prórrogas para esperar a que los representantes de la CGT y del Grupo de los seis -que reúne a las cámaras empresarias más poderosas del país- inscribieran a sus representantes y nadie más volvió a hablar del Consejo.

El Gobierno sigue teniendo a sus preferidos. Desde el principio motoriza al titular de la UOCRA Gerardo Martínez como el delegado de la CGT. Es el sindicalista que en la Rosada sienten más próximo, aunque el titular del gremio de la construcción suele alertar sobre los estragos que provoca la ausencia de obra pública en su sector. “Ese consejo no existe. Por lo menos nadie lo tiene como algo que funciona y resuelva cosas”, contestaron en la UOCRA ante la consulta de Clarín.

Javier Milei rodeado por los gobernadores en la Casa de Tucumán. Javier Milei rodeado por los gobernadores en la Casa de Tucumán. La Sociedad Rural se encargó de desactivar enseguida las versiones que indicaban que su titular, Nicolás Pino, podía representar a los empresarios. Lo hizo después de asistir a una reunión del Grupo de los Seis con Francos, donde Adelmo Gabbi, titular de La Bolsa, fue el más entusiasta. En aquella oportunidad se anunció por segunda vez una mesa tripartita entre empresarios y sindicalistas que nunca se llevó a cabo.

Ahora, en despachos importantes de la Rosada piensan en Martín Rappalini, flamante presidente de la Unión Industrial Argentina. En las oficinas de la UIA saben del interés del Gobierno, pero señalan que no por ahora no hay comunicaciones formales ni gestiones informales con ese fin. En la Rosada ven con mejores ojos al nuevo titular de la UIA que a su antecesor Daniel Funes de Rioja, que alertó públicamente por la salud del sector industrial ante la apertura de importaciones.

Después de promover originalmente al gobernador de Entre Ríos Rogelio Frigerio como el representante de los mandatarios provinciales, el Gobierno había empujado la chance de que el mendocino Alfredo Cornejo fuera el delegado los gobernadores. En el Gobierno siguen viendo con buenos ojos para ese rol al mandatario radical, que explora un acercamiento con la Casa Rosada y cuya vicegobernadora Hebe Casado, ya se afilió a LLA, como su jefa política Patricia Bullrich. En la última reunión entre Cornejo y Francos el tema no se tocó.

Así y todo, en Balcarce 50 hablan de la necesidad de generar consensos sobre temas puntuales -en agenda- como la reforma jubilatoria y parte del plan de reparación de ahorros, que el Gobierno anunció la semana pasada. Los gobernadores de Tucumán y Catamarca fueron los primeros en firmar el convenio para compartir datos con la ARCA para promover que los ahorristas “saquen sus dólares del colchón”, como dicen en la Rosada.

Los mandatarios provinciales atienden otro juego y este miércoles se autoconvocaron a una reunión en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para manifestar su preocupación por la caída en la recaudación y por las nulas obras viales en rutas de todo el país.

Entre los 10 puntos que los firmaron 17 gobernadores oportunamente se contaban: el equilibrio fiscal innegociable; la reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del PBI; una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna; una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva; la rediscusión de la coparticipación; el compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales; una reforma laboral y otra previsional; además de la apertura del gobierno internacional.

El 9 de julio, tras la fallida convocatoria original para el 25 de mayo que Milei había anunciado en el inicio de las sesiones legislativas de 2024, faltaron 6 gobernadores: el bonaerense Axel Kicillof, el riojano Ricardo Quintela, el pampeano Sergio Ziliotto, el formoseño Gildo Insfrán, el fueguino Gustavo Melella y el santacruceño Claudio Vidal; los mismos que se opusieron al nuevo plan de la ARCA y de Luis Caputo.

Varios de ellos tampoco adhirieron al plan para canjear deuda por rutas, tierras fiscales y obra pública, igual que Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Jorge Macri (CABA), que tampoco abrazaron sin miramientos el plan para flexibilizar controles a ahorristas. El vínculo entre la Nación y la Ciudad atraviesa su peor momento político, después de las elecciones porteñas y mientras el PRO y LLA negocian un acuerdo electoral en la Provincia.

Fuente: clarin.com

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