La multitud que copó la marcha del colectivo LGTBIQ+ desde el Congreso hasta Plaza de Mayo tras los dichos de Javier Milei en el foro de Davos, no modificó la estrategia discursiva que el Gobierno -a la defensiva- replicó en los días previos a la convocatoria.
Funcionarios y dirigentes del oficialismo se abrazaron a la idea de que la dirigencia opositora se plegó a la manifestación y la utilizó para sus propios intereses partidarios. Enfatizaron que la oposición y los medios tergiversaron los dichos de Milei en el Foro Económico Mundial para dañarlo. En particular, volvieron a apuntar contra dirigentes del peronismo, la UCR y recordaron casos de violencia de género y abuso que involucraron a dirigentes del PJ, como Alberto Fernández, Fernando Espinoza o José Alperovich.
En las horas previas a la marcha, el Presidente difundió en redes la actividad de su hermana Karina, que se sumó en Devoto a una campaña de afiliación de militantes de La Libertad Avanza.
El jefe de Estado replicó publicaciones de medios hiperoficialistas, como La Derecha Diario, en el que acusaban a periodistas de desinformar y falsear su discurso en Suiza. También retuiteó a Patricia Bullrich, que informó que la Policía Federal había detenido a un abusador sexual en González Catán. “Con nosotros, los abusadores no zafan. Cero piedad y cero impunidad”, escribió la ministra.
Puertas adentro de la Casa Rosada reconocieron que el mensaje de Milei y la comunicación del proyecto de ley anunciado para derogar los cupos en el Estado y la figura de femicidio no estuvieron bien perfilados. Para evitar choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, Karina Milei ordenó a la ministra de Seguridad que redujera al máximo la presencia de Gendarmería o Policía Federal en la manifestación.
Por eso, en Balcarce 50 no planean desistir del proyecto legislativo oficializado por el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, aunque saben que no conseguirán una mayoría en el Congreso para aprobarlo. Será un insumo de la incipiente campaña electoral. En la mesa chica del Presidente no descartan la hipótesis de que las reivindicaciones de la política de género potencien la dispersión de espacios opositores.
El Gobierno mantendrá una agenda de polarización alrededor de la política de género y de la supuesta agenda woke (progresista) contra la que Milei dirige su “batalla cultural”. Agustín Laje, director de la Fundación Faro, el think tank oficialista, cargó contra la militancia LGTBIQ+. “No tienen ningún “orgullo” real. Lo que tienen es una necesidad patológica de ser validados y celebrados por quienes no son LGBT, lo que los lleva a demandar políticas de “discriminación positiva” y “afirmación” coercitiva por medio del Estado”, dijo.
El titular de Diputados Martín Menem replicó en redes críticas de funcionarios de menor rango en contra de los manifestantes a los que acusaban por no movilizarse en contra del narcotráfico o del gobierno del Frente de Todos.
El Presidente habló el viernes por la noche durante más de 40 minutos con Damián Arabia, la espada legislativa de Bullrich, que le manifestó su indignación por la utilización de una causa justa y que siente propia.
“Hay una utilización política de una causa noble. Están jugando con los miedos y la angustia de mucha gente. Los mismos que denunciaban en su momento que las universidades públicas estaban en peligro, y hoy las universidades están en el mismo lugar, son los que hoy dicen la comunidad LGBT está en peligro. La realidad es que eso no es así. Tienen que dejar de utilizar políticamente la sexualidad de las personas”, dijo Arabia a Clarín tras un raid mediático para defender al Presidente.
El diputado del PRO Fernando Iglesias -muy cercano a Milei- reiteró en redes sociales que la marcha había sido organizada por el kirchnerismo. La presencia de dirigentes del peronismo, de organizaciones sociales y del sindicalismo, que efectivamente prestaron su músculo político a una marcha impulsada principalmente por la comunidad LGTBIQ+ y acompañada por sectores independientes- alcanzó para que en el oficialismo dieran como verdadero su argumento.
Fuente: clarin.com