Hace 100 años nacía Ernestina Herrera de Noble

Era una coincidencia a la que ella solía referirse con una sonrisa pero al mismo tiempo con orgullo. Ernestina Herrera de Noble había nacido un 7 de junio, el Día del Periodista. Aquella profesión que marcaría su destino como directora de Clarín y como defensora de un oficio siempre sujeto a tensiones e incomodidades con los poderes de turno.

Ernestina falleció poco después de cumplir 92 años, en 2017. La industria de los medios la despidió como una de sus personalidades más destacadas de las últimas décadas. Entre muchas otras, tanto la Asociación Mundial de Periódicos (Wan-Ifra) como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) coincidieron en señalar su liderazgo y su lucha por la libertad de prensa en el país y la región.

Madre de Marcela y Felipe Noble Herrera; abuela de Mora, Olivia y León; fue hasta su muerte directora de Clarín, el diario con más suscriptores de la región y el origen del principal grupo de comunicaciones de la Argentina.

Su compromiso con la libre expresión, su reivindicación de la independencia editorial y económica de los medios, y su defensa del periodismo profesional, le valieron logros y reconocimientos en el país y el mundo. Pero al mismo tiempo, le significaron ataques y persecuciones en distintos momentos de su vida.

Ernestina Herrera de Noble acompañada por Mijaíl Gorbachov, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética. Foto: ClarínErnestina Herrera de Noble acompañada por Mijaíl Gorbachov, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética. Foto: ClarínErnestina fue la menor de los seis hijos del matrimonio de Juan Herrera, profesor de Filosofía y Letras, y María del Carmen Morales, pianista. Conoció a Roberto Noble en 1946 y se casaron el 27 de julio de 1967. Un año y medio después, por disposición de Noble, Ernestina Herrera de Noble se hizo cargo de la dirección del diario, asumiendo el compromiso de llevar adelante la visión de su esposo.

En ese momento, difícil como tantos otros para la Argentina, el diario enfrentaba desafíos financieros y todavía no era líder en circulación. “Llegué con una tremenda determinación: debía continuar la obra de Noble. No imitándolo, porque las personas son insustituibles y cada uno tiene su estilo. Pero sí teniendo presentes sus principios”, recordó en una entrevista.

Fue la primera mujer en hacerse cargo de un diario de venta masiva en Sudamérica y durante 48 años estuvo al frente de Clarín. Bajo su conducción, Clarín se transformó en el diario más vendido de habla hispana y el octavo en el mundo. También en referente del mercado publicitario. Y comenzó su proceso de expansión a otras tecnologías de la comunicación.

Ernestina Herrera de Noble fue una custodia de la continuidad del legado fundacional de Clarín: el diario siempre buscó estar muy atento al termómetro social y reflejar los distintos intereses de los argentinos, abarcando cuestiones políticas, económicas, culturales y deportivas. En sus páginas convivieron plumas destacadas, ilustradores emblemáticos y especialistas en todas las disciplinas, que garantizaban la alquimia entre calidad y masividad. A su vez fue impulsora de un desarrollo organizacional de la empresa que garantizara su continuidad a futuro. Supo rodearse de profesionales que impulsaron el crecimiento y la diversificación de la misma. Con los años, llegó a convertirse en un multimedio con productos líderes en audiencia y calidad, tanto en el mundo editorial (Olé, La Voz, revistas y productos gráficos), como audiovisual y digital, conformando el Grupo Clarín, con presencia en radio (Mitre y la 100), televisión (Canal 13 y TN, entre otros), cable y acceso a Internet (hoy Telecom).

François Mitterrand le entrega la Legión de Honor del gobierno francés a Ernestina Herrera de Noble. Foto: ClarínFrançois Mitterrand le entrega la Legión de Honor del gobierno francés a Ernestina Herrera de Noble. Foto: ClarínErnestina Herrera de Noble nunca se sintió identificada con el protagonismo personal. “Como directora le he transmitido a Clarín algo de mi estilo: el protagonista no somos nosotros, debe ser la noticia”.

Muchas veces ese rol periodístico le valió momentos difíciles, tanto a ella como al diario. Pero los consideraba una parte ineludible del trabajo. “La función de Clarín implica ejercer un poder, que es el de servir a la gente informando con objetividad e independencia. En los momentos difíciles, cuando existen presiones desde cualquier sector, siempre recuerdo que primero están los lectores.”

Respecto de la relación de la prensa con el poder político, sabía que no podía estar exenta de tensiones. En 1990 decía “Siempre hay momentos buenos y momentos malos. Y seguro que en el futuro será igual. En general la nuestra, siempre ha sido la relación que corresponde a un medio de prensa importante, y que en esa relación nuestro interés principal siempre ha sido conservar un espacio de independencia”.

La señora de Noble fue una defensora de la autonomía económica de los medios como garantía de libertad editorial. Y también promovió el desarrollo multimedia mucho antes de que fuera moneda corriente en la industria. “La existencia de medios sólidos es muchas veces una garantía de independencia frente a distintos factores de poder en la sociedad contemporánea”.

“Algunos desconocen que la tendencia mundial va hacia una integración de medios, una tendencia establecida en todas las democracias occidentales y que responde a una realidad de la época. Las nuevas tecnologías, que ya están entre nosotros, nos obligan a no quedarnos atrás y pensarnos, antes que nada, como productores de información, de contenidos, más allá del medio que efectivamente las transporte”, dijo a principios de los 90.

A lo largo de su carrera, Ernestina Herrera de Noble recibió numerosas condecoraciones. En 1971, el Lazo de Dama de la Orden de Isabel la Católica y en 1991, la Cruz de Oficial de la Orden Real de Isabel la Católica de parte del gobierno español. En 1983, la Legión de Honor en grado de oficial por el gobierno francés, que recibió de manos de François Mitterrand. En 1985 la Orden al mérito en el grado de Commendatore y en 1996, en grado de Gran Oficial de la República de Italia, entregada por el presidente Sandro Pertini y Oscar Luigi Scalfaro. Al año siguiente fue distinguida por el Alcalde de Jerusalén, Ehud Olmet. También recibió la Cruz del Comendador de la Orden del Mérito de Alemania, la Orden de Rio Branco en el grado de Comendador de la República Federativa de Brasil, la Orden de Bernardo O’Higgins de Chile y, Orden al Mérito por servicios distinguidos en el grado de Gran Oficial del gobierno del Perú.

En 1995, Ernestina fue la primera en recibir el Premio al Logro Editorial de la Asociación Mundial de Periódicos, que se creó para reconocer el liderazgo periodístico y empresario en los medios. También fue miembro del Instituto de Prensa Internacional y del Consejo del Museo Internacional de Televisión y Radio con sede en Nueva York. Y fue la primera editora latinoamericana en integrar el Comité Consultivo de la UNESCO para la Libertad de Prensa.

Ernestina Herrera de Noble junto a Katharine Graham, del Washington Post.Ernestina Herrera de Noble junto a Katharine Graham, del Washington Post.En 2002 recibió el Premio Internacional de la ONG Dialogue on Diversity que distingue a las mujeres emprendedoras, la distinción se otorgó en la OEA. Muchos años antes había recibido en Clarín a otra referente global de los medios: la emblemática Katherine Graham, propietaria y directora del Washington Post en la época de las investigaciones sobre Watergate y los papeles del Pentágono.

La directora de Clarín fue la impulsora de la Fundación Noble, institución que presidió y que canaliza las actividades comunitarias del Grupo. En este terreno, Ernestina le dejó a sus hijos y a sus nietos un legado importante: el de la empatía, el compromiso y la sensibilidad para escuchar y ayudar a aquellos más vulnerables.

Al frente de la Fundación Noble promovió el Curso de Perfeccionamiento Periodístico -que durante 20 años se desarrolló en Clarín- y el primer programa de habla castellana sobre “El Uso de los Medios en la Educación”, proyecto que recibió múltiples galardones internacionales, y por cuyos talleres gratuitos pasaron más de 150 mil docentes.

Con el fin de seguir profesionalizando la práctica periodística, en el año 2001 lanzó junto a la Universidad de San Andrés (Argentina) y la Universidad de Columbia (EE.UU.), la Maestría en Periodismo de Clarín. Además, fue autora de los libros “Compromiso con el país” (1980) y “La Argentina necesaria” (1989).

Ernestina Herrera de Noble ejerció su actividad buscando la excelencia. Supo conjugar el compromiso con su carrera sin que ello afectara el amor y la dedicación por sus hijos y sus nietos, demostrando que la verdadera grandeza está en el arte de equilibrar lo que se ama.

Fuente: clarin.com

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