Bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”, la Casa Histórica de la Independencia fue escenario este martes de un significativo encuentro: el Jubileo de los Dirigentes Políticos.
Encabezado por el arzobispo Carlos Sánchez, el acto reunió a autoridades de los tres poderes del Estado provincial con un objetivo central: reafirmar un compromiso compartido para construir un Tucumán más justo, solidario y pacífico. Un gesto que busca trascender las diferencias partidarias y enfocarse en el bienestar colectivo de la provincia.
En representación del gobernador Osvaldo Jaldo, el ministro de Gobierno y Justicia, Regino Amado, acompañó este acto que pone el foco en la responsabilidad de quienes ejercen funciones públicas. Durante la jornada, se firmó una declaración que subraya la importancia de atender las problemáticas sociales con diálogo, respeto y empatía. Este documento insta a los líderes políticos a priorizar el bien común, dejar de lado los intereses sectoriales y trabajar con transparencia, cercanía y escucha activa hacia la comunidad.
El ministro Amado, al finalizar el encuentro, enfatizó la convicción de que “la política tiene sentido cuando está al servicio de la gente”. Reiteró el compromiso de la gestión de seguir trabajando “por cada tucumano y tucumana, con compromiso, humildad y esperanza”, un mensaje de unidad y vocación de servicio en un momento crucial para la provincia.
Presencias Destacadas en un Marco Histórico
El evento contó con una importante convocatoria de figuras políticas provinciales, reflejando el alcance del llamado a la unidad. Estuvieron presentes el vicegobernador Miguel Acevedo; el presidente subrogante de la Legislatura, Sergio Mansilla; la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla; y el presidente del Concejo Deliberante capitalino, Fernando Juri, entre otros.
La lista de asistentes incluyó también a ministros, funcionarios y secretarios de Estado del gabinete provincial, funcionarios del municipio capitalino, legisladores provinciales y concejales. La Casa Histórica, cuna de la independencia, se erigió así como un símbolo para este compromiso de los dirigentes tucumanos, buscando sentar las bases para una gestión política más colaborativa y centrada en las necesidades de la ciudadanía.