Camisetas de Chacarita Juniors, la hinchada que se transformó en la punta de lanza de la movilización del fútbol. Gente de Rosario Central, que viajó 300 kilómetros. Nueva Chicago y All Boys, antagónicos pero unidos este miércoles caótico. Hombres de Independiente y Racing, que por un rato dejaron la rivalidad, muy a pesar del inminente clásico de Avellaneda. Las barrabravas se mezclaron entre unos pocos jubilados y unos cuantos militantes del Partido Obrero y los movimientos de izquierda. Según pudo averiguar Clarín, la mayoría fueron miembros de segundas y terceras líneas. El saldo, según informaron desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, fue de 100 barras detenidos, a quienes se les aplicará la prohibición de concurrencia y no podrán ingresar a ningún estadio del país.
En el medio del caos, Claudio Tapia se comunicó con Patricia Bullrich. El presidente de la AFA le dijo a la Ministra que no tenía “nada que ver” con esta movida que se organizó a través de las redes sociales, pero tuvo conexidad con la política. A fin de cuentas, muchos de los barras son punteros políticos del PJ, partido afín a Chiqui, a quien algunos referentes observan como un potencial candidato en el futuro. “Nos dijo que no había ninguna responsabilidad de su parte, pero vamos a investigar. Y si descubrimos que estuvo detrás, le caeremos con todo el peso de la ley”, sostuvo la funcionara nacional.
Además, el Ministerio de Seguridad revisará las cámaras para identificarlos por su camiseta, a los que se le aplicará la prohibición de concurrencia y no podrán asistir a los distintos estadios del país por tiempo indeterminado.
Desde la Dirección de Seguridad en el Fútbol, a cargo de Franco Berlín, ya habían advertido que llegarían barras “disidentes” a las inmediaciones del palacio legislativo. En el área que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Bullrich hicieron un trabajo de inteligencia.
Por eso le habían advertido a Clarín el día previo que habría violencia. Lo tenían claro. “Estuvo heavy, pero lo llevamos bien”, fue la frase que se escuchó en el centro de monitoreo. Y agregó: “Tenemos un compromiso con la erradicación de la violencia en el fútbol y en cualquier ámbito de concurrencia masiva. No se tolerarán conductas que atenten contra el orden público y la seguridad de los ciudadanos. La presencia de barrabravas en manifestaciones violentas es una amenaza para la paz social y será abordada con medidas firmes y concretas”.
Durante la madrugada, en el Boletín Oficial, se publicó el endurecimiento del derecho de admisión en el fútbol. A través de la Resolución 301/2025, se facultó al Ministerio de Seguridad a “restringir la concurrencia a espectáculos futbolísticos a toda persona que considere que puede generar un riesgo para la seguridad pública”.
De esta manera, se podrá prohibir el ingreso a toda persona que se encuentre “imputada, procesada o condenada” por delitos que hayan sido cometidos en el marco de la Ley N° 23.184 y sus modificatorias.
La medida también se extiende a aquellos “procesados o condenados por delitos dolosos con pena de reclusión o prisión y que la Autoridad de Aplicación entienda que razonablemente pueda crear un riesgo concreto en el espectáculo futbolístico”.
En el documento, que lleva la firma de Bullrich, además se incluyó a quienes se encuentren imputados en cualquier actuación contravencional o hayan tenido conductas violentas en el marco de un espectáculo futbolístico, ya sea antes, “durante o después de la disputa del encuentro, durante las concentraciones o entrenamientos de los equipos, así como también durante los traslados de las parcialidades hacia o desde el estadio deportivo donde se desarrolle el espectáculo”.
Fuente: clarin.com