Más motosierra: en medio de una fuerte interna, el Gobierno avanza con la disolución de un organismo clave

El Gobierno definirá en las próximas semanas la disolución de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte, un área clave dentro de la secretaría que depende del Ministerio de Economía porque es la encargada de supervisar y fiscalizar el transporte terrestre, tanto ferroviario como automotor, dentro de la Argentina.

En medio del plan motosierra que bajó Javier Milei desde que asumió y que lleva adelante en el día a día Federico Sturzenegger desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, se prevé que las funciones del área y las estructuras que se van a suprimir las absorban internamente en la Secretaría de Transporte que conduce Franco Mogetta y que depende de Luis Caputo.

La letra chica de cómo quedará conformado el nuevo organigrama del sector la define, además de Sturzenegger, María Ibarzábal Murphy, la secretaria de Legal y Técnica que asumió el mes pasado y que reporta directamente al influyente asesor presidencial Santiago Caputo.

“Hay en estudio un decreto para eliminar o fusionar varias áreas que necesitan una simplificación. El tema lo sigue Legal y Técnica y se están definiendo plazos y alcances“, le confirmó a Clarín una fuente ejecutiva que sigue de cerca los cambios, que se anunciarían en los últimos días de abril o durante las primeras semanas de mayo.

Las funciones de un organismo clave

Desde que comenzó la presidencia de Milei, Transporte se convirtió en una secretaría que tuvo representación de diferentes sectores de la política. A cargo quedó Mogetta, un funcionario con pasado en el schiarettismo cordobés, que primero reportó al ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro y que tras su rápida salida del cargo pasó a depender de Economía, de “Toto” Caputo.

La CNRT es uno de los tantos organismos que dependen de Transporte y que también maneja desde 2023 otro dirigente cordobés, cercano a Juan Schiaretti, como Edgar Pérez.

Pese a que su gestión está en la mira desde hace casi un año y medio, Pérez ha logrado mantenerse en el puesto dentro de un área en la que conviven representantes del schiarettismo, algunos ex PRO, otros del mileísmo e incluso muchos funcionarios que provienen del massismo.

La CNRT maneja un presupuesto anual de $ 22.367 millones, de los cuales se llevan ejecutados en el primer cuatrimestre poco más de $ 8.700 millones según el sitio oficial Presupuesto Abierto. Sus oficinas funcionan en la estación de Retiro y las áreas de mayor peso interno son las que manejan el control automotor y el control ferroviario.

Edgar Pérez, en el centro, con empleados de la CNRT.Edgar Pérez, en el centro, con empleados de la CNRT.Sus funciones se especifican de la siguientes manera, de acuerdo a la letra chica oficial. “Los procedimientos de control se encuentran dirigidos, principalmente, a la calidad y eficacia de los servicios, a la evaluación psicofísica de los conductores, al control de la inscripción en los registros, a la emisión de la Tasa Nacional de Fiscalización del Transporte Automotor y otros recursos, a la aplicación de la normativa vigente en los casos de sanciones por infracciones, y a la fiscalización de los contratos de concesiones del transporte ferroviario metropolitano y de larga distancia”.

Cómo es la interna y una renuncia inesperada

Al disolverse la CNRT, sus funciones quedarán repartidas internamente dentro de la secretaría de Transporte y, por ende, en el Ministerio de Economía que encabeza Luis Caputo. Sin embargo, desde hace tiempo, Patricia Bullrich viene reclamando espacio desde Seguridad.

Bullrich ha planteado en charlas dentro del Gabinete que en la mayoría de países áreas de control como la CNRT o la Agencia de Seguridad Vial dependen del ministerio de Seguridad y no del de Transporte.

Por ahora no le pasaron funciones, aunque sí en algún momento llegó a ubicar funcionarios cercanos a ella, como Enrique Braun, que trabajó algunos días dentro de la comisión, pero finalmente terminó saliendo por no tener un lugar fijo y a partir de que fueron ganando peso funcionarios cuyos ingresos definían Karina Milei y Santiago Caputo.

Un ejemplo es el del gerente de fiscalización del transporte automotor, Javier Fábregas, que asumió a mediados de 2024, sin experiencia en la función pública, pero con un largo currículum en el sector privado vinculado al transporte ferroviario.

Fábregas llegó de la mano de Karina Milei, quien lo conocía previamente y buscó plantar un funcionario leal para observar de cerca la gestión del schiarettista Pérez. Inicialmente, la llegada de Fábregas a ese cargo cayó bien internamente, por su perfil, y porque muchos la vieron como un desafío interno a la conducción de Pérez, muy criticado puertas adentro de la CNRT.

Fábregas se acercó al mileísmo en la campaña, como referente de la Comuna 10 de la Ciudad de Buenos Aires, que abarcas los barrios de Liniers y Villa Luro, por ejemplo.

Desde allí construyó una buena relación con dirigentes libertarios y, a partir también de su experiencia en el sector ferroviario, fue creciendo internamente.

Pero con el tiempo fue perdiendo peso interno y el viernes comunicó su renuncia al cargo a sus funcionarios más cercanos. Sacó sus cosas de la oficina y se fue. La salida de Fábregas tiene relación directa con los cambios que se vienen y que tienen en vilo a quienes trabajan en la CNRT. En los próximos días, se avisó internamente, se conocerá cómo sigue todo dentro de un área que seguramente tendrá una nueva estructura.

Fuente: clarin.com

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