El escándalo por la denuncia de violencia de género de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández suma un nuevo capítulo con la aparición de nuevos chats que revelan la compleja relación de la pareja.
Chats que exponen una relación tóxica
El fiscal Ramiro González recibió la copia de las conversaciones que aportó la querella, luego del fallido análisis del celular de la víctima. El juez Julián Ercolini, por su parte, descartó tres testigos que aportó la defensa. Mañana declara Sofía Pacchi, ex amiga de Fabiola.
Las nuevas conversaciones incluyen mensajes que comenzaron a finales de junio, apenas unos días antes de que se conocieran las fotos de Yañez con moretones. En la madrugada del 28 de junio, Alberto la llamó varias veces: “Es urgente”, le dijo. “Necesito que atiendas a Fioribello”. Se refería a Juan Pablo Fioribello, su abogado. “Es muy grave el tema”.
Dialogaron durante 10 minutos.
En los chats, Alberto se muestra arrepentido y busca disculparse por el daño causado a Fabiola, mientras ella se muestra fría y le exige que la ayude con su situación económica. “Lamento mucho todo. Me doy cuenta de que estás muy lastimada. Nunca quise que todo fuera como fue. Siempre te amé y nos tocó un tiempo tortuoso que seguramente no me permitió darte la atención que merecías. Hoy estoy muy triste por todo. Mis ganas de vivir no existen. Soñaba otra cosa a tu lado. Te pido perdón por el daño que sin querer te he causado. Beso grande”, escribe Alberto.
Fabiola le responde: “Ya hablé con Juan Pablo, quédate tranquilo, voy a hacer lo que me dijiste que había que hacer”. En un momento dado, Fabiola le reprocha a Alberto que él la “enterró en vida” y la “enfermó” con su proceder de tener “20 mujeres a la vez”. Ella le reprocha que lo único que pide es que la ayude a trabajar, porque la plata no le alcanza y no puede convivir con su situación.
En otro chat, Fabiola lo acusa de no haberla escuchado, de humillarla y faltarle el respeto, mientras él la culpa de abandonarlo cuando perdió el poder. Ella le recuerda su pasado, el dolor que le provocó y le exige soluciones.
Finalmente, Fabiola decide poner fin a la discusión, pidiendo que se cuide a Francisco, el único amor que le queda.
Las conversaciones revelan un clima de tensión y de reproches constantes entre ambos. Los mensajes evidencian una relación tóxica, con acusaciones de infidelidad y violencia, y ponen en evidencia una clara falta de comunicación.