La familia de Donald Trump estuvo siempre en el centro de la escena política del magnate republicano. Es su gran soporte. Lo fueron en su primer mandato y lo son en esta segunda presidencia, que el magnate asumirá el 20 de enero próximo.
Pero si entre 2016 y 2020 la pareja estelar que lo rodeaba incluso dentro de la Casa Blanca eran su hija Ivanka y su esposo, Jared Kushner, esta última campaña electoral lo encuentra junto a sus hijos Don Jr. y Eric, quienes no se le separan.
Y también dentro de ese circuito familiar y político que parece haberse ordenado desde la más tormentosa primera presidencia está Lara Trump, su nuera, que llegó a la Argentina para participar este miércoles 4 de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC).
El propio Javier Milei, que clausurará esta primer encuentro en Buenos Aires de conservadores y ultraderechistas, saludó personalmente a algunos de los panelistas, entre ellos la enviada de su aliado Donald Trump, que hoy es copresidenta del Comité Nacional Republicano, en el marco de la cena de gala previo a la conferencia de la CPAC que se realizó este martes por la noche en el hotel Hilton.
Milei fue el primer presidente al que Trump saludó personalmente día después de su victoria electoral y en oportunidad de la visita del libertario a Mar-a-Lago para participar de la conferencia conservadora que se realizó en la mansión del magnate en esa exclusiva región de La Florida.
Lara Trump, primera a la izquierda con Donald Trump y Melania, durante la campaña electoral. Lara Trump es esa mujer de cuerpo impactante deportivo que siempre estuvo en las presentaciones más importantes de este último Trump. Y en la noche de su triunfo, el 5 de noviembre, su nombre estuvo presente en cada uno de los agradecimientos al circulo que lo ayudó a triunfar.
Nacida en 1982, en Wilmington, Carolina del Norte, con el nombre de Lara Lea Yunaska, fue entrenadora fisica y sigue siendo una activa atleta. Fue productora y presentadora de televisión desde 2014 y está casada con el más joven de los tres hijos de Donald Trump, de su primer matrimonio con la ya fallecida Ivanna Trump.
Tiene dos hijos con Eric y poco a poco se convirtió en promotora de los valores nacionalistas y pro familia que identifican al Partido Republicano, que sin embargo, diez años atrás albergaba votantes meramente blancos y hoy es un polo de atracción de votantes negros y latinos. Esta combinación ha sido letal para el Partido Demócrata, el gran perdedor de los comicios.
En la Convención Nacional Republicana, donde el ahora presidente electo fue “coronado” candidato por el partido, Lara descolló con su vestido negro brillante y representó un fuerte momento de recambio familiar en la dinastía Trump. Su discurso fue más personal y menos político. Se identificó como la nuera de Donald Trump, y como madre de los nietos del ahora electo presidente. Pero su rostro ya comenzaba a ocupar una centralidad como no la ocupan hoy ni Ivanka ni Melania, esposa de Trump y nuevamente futura primera dama.
Con su rol político y femenino también defendió un costado más “suave” de Trump al que defendió durante algunas de las causas judiciales, se muestra amante de los animales, promete luchar para que un perro rescatado sea mascota en la Casa Blanca y sobre las mujeres se le conocen frases como ésta: “Las mujeres quieren saber que el país va en la dirección correcta. Quieren saber que sus hijos están siendo atendidos, que el futuro es bueno para ellos, que este país es más seguro. Y bajo Donald Trump pueden decir que todas esas cosas son ciertas”.
Fuente: clarin.com