Cuando aún resuenan puertas adentro de la entidad los cortocircuitos derivados de la determinación de no acompañar la marcha de apoyo a Cristina Kirchner, la CGT deberá asumir por estas horas otra definición que acentuará sus diferencias con el kirchnerismo: la posibilidad de sumarse a la convocatoria del presidente Javier Milei a poner en marcha el demorado Consejo de Mayo.
Si bien la decisión de participar del encuentro se resolverá en un encuentro previsto para este lunes, por tratarse de una convocatoria de carácter institucional es difícil que la central obrera pueda abstraerse, según lo interpretan dentro de la conducción sindical.
La administración libertaria resolvió la semana pasada reflotar el denominado Consejo de Mayo, que fue lanzado formalmente casi un año atrás el 9 de julio en Tucumán en un acto que Milei encabezó junto a 18 gobernadores, y mediante un decreto oficializó el llamado a la primera reunión para este martes a las 9 en la Casa Rosada. Allí definió a los invitados en representación de gobernadores, legisladores y referentes sectoriales.
Convocó al titular de la UIA, Martín Rappallini, en nombre del sector empresario, y al jefe de la UOCRA, Gerardo Martínez, como representante del mundo sindical. La elección de Martínez por la CGT no fue casual: se trata del dirigente que expresa dentro de la entidad la posición más dialoguista con el gobierno libertario y mantiene un diálogo aceitado con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien presidirá el Consejo en representación del Ejecutivo, además de otros colaboradores directos del mandatario.
“La idea es hacer una reunion de la CGT para que la decisión de ir o no sea a partir de un debate. El consenso mayoritario dará la oportunidad de asumir esa representación en el consejo”, indicó Martínez a Clarín al ser consultado sobre la participación sindical en el encuentro en Casa Rosada. No obstante, entre la primera línea de la central obrera se imponían las voces de quienes consideraban que se debía aceptar la invitación a sumarse al diálogo.
Incluso, el propio titular de la UOCRA deslizó una serie de temas clave que la jefatura sindical pretende incorporar a una mesa de negociación con el Gobierno. Al respecto mencionó el reclamo por el aumento de las jubilaciones, la imposición de un tope el 1% a los aumentos salariales que se negocian en paritarias, la situación del mercado de trabajo y el incremento de los despidos, además del reclamo por avanzar con un modelo de desarrollo basado en la producción y el trabajo. “Planteamos que en la misma sintonía de la lucha contra la inflación y la situación monetaria y financiera, el Gobierno debe ponderar también la importancia de la producción y el trabajo”, indicó el dirigente.
La participación sindical en el Consejo de Mayo impulsado por Milei se anticipa como un nuevo frente de conflicto dentro de la CGT tras la fuerte discusión que mantuvieron la semana pasada una veintena de dirigentes de la cúpula de la entidad al momento de resolver no acompañar la marcha convocada por el kirchnerismo a Plaza de Mayo para respaldar a Cristina. Durante esa reunión el que marcó la cancha fue Hugo Moyano, quién -acusó al kirchnerismo -dejó afuera de la crítica a Néstor Kirchner- de “siempre” haber sido “egoísta”. “Siempre relegaron al peronismo y al movimiento sindical”, cruzó a sus interlocutores el jefe camionero.
Como resultado de esa discusión, la CGT dio libertad de acción a los gremios para movilizarse y solo lo hicieron las organizaciones vinculadas al kirchnerismo.
Fuente: clarin.com