El Hospital Avellaneda en San Miguel de Tucumán ha dado un paso innovador en su enfoque hacia la sala de espera, al inaugurar una sala libre de celulares. Esta iniciativa, llevada a cabo por el Consultorio Público de Tartamudez, tiene como objetivo promover la lectura y la diversión tanto para adultos como para niños, creando un espacio donde la gente pueda disfrutar y conectarse de manera diferente mientras espera.
La licenciada Lina Almazán, referente del Consultorio Público de Tartamudez y coordinadora del Programa Provincial de Detección y Abordaje Integral de la Tartamudez, compartió cómo este proyecto surgió como respuesta a una necesidad observada en la comunidad.
Se dieron cuenta de que los espacios de comunicación y juego en el entorno familiar y social estaban siendo reemplazados por el uso excesivo de la tecnología, particularmente los teléfonos celulares. Al observar que la mayoría de los pacientes en la sala de espera estaban absortos en sus dispositivos, surgió la idea de transformar ese espacio en algo más interactivo y productivo.
La dirección del hospital, bajo la supervisión de la doctora Alba Pieroni, respaldó esta idea y se embarcó en la transformación de la sala de espera. Ahora, bajo el lema “libre de celulares”, la sala de espera está equipada con bancos coloridos, una rayuela pintada en el suelo y un pizarrón para dibujar. Además, una biblioteca con libros donados por diversas personas proporciona una selección variada de lecturas para todas las edades.
Esta renovada sala de espera no solo fomenta la interacción social, sino que también brinda a los pacientes y a sus familias un tiempo valioso para leer mientras esperan la atención médica. Los niños pueden jugar con otros niños, participar en talleres de juego y aprovechar los libros de colorear disponibles. La respuesta ha sido positiva, y los pacientes están disfrutando de esta nueva experiencia en el hospital.
La iniciativa del Hospital Avellaneda demuestra cómo un enfoque innovador puede convertir un espacio tradicionalmente aburrido en uno lleno de vida y oportunidades. Esta sala de espera “libre de celulares” no solo ayuda a crear una atmósfera más amigable y entretenida, sino que también resalta la importancia de desconectar ocasionalmente de la tecnología y conectarse con las personas y las actividades que nos rodean.