Un descubrimiento científico genera esperanzas en las personas con disfunción eréctil

Neurobiólogos de Harvard develaron el secreto de las terminaciones nerviosas del clítoris y el pene. El hallazgo podría restaurar la función sexual en personas con parálisis en la parte inferior del cuerpo.

01 de julio 2024, 10:29hs

Los corpúsculos de Ruffini son receptores sensoriales situados en la piel, perciben los cambios de temperatura relacionados con el calor y registran su estiramiento. Los corpúsculos de Krause son los encargados de registrar la sensación de frío, que se produce cuando entramos en contacto con un cuerpo o un espacio que está a menor temperatura que nuestro cuerpo.

Ahora un nuevo estudio, publicado en Nature, descubrió cómo estos receptores detectan vibraciones y luego se activan, provocando comportamientos sexuales como erecciones. Los hallazgos podrían conducir a nuevos tratamientos para afecciones como la disfunción eréctil o para restaurar la función sexual en personas con parálisis de la parte inferior del cuerpo.

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Hasta ahora, los trabajos sobre esta clase de terminaciones nerviosas en los genitales eran prácticamente inexistentes debido a que son un tema tabú entre la comunidad científica. “Ha sido difícil lograr que la gente trabaje en esto porque a algunas personas les cuesta hablar de ello”, señala David Ginty, neurobiólogo sensorial de la Facultad de Medicina de Harvard y líder del equipo que investigó los corpúsculos.

Ginty y otros biólogos sensoriales llevan mucho tiempo queriendo estudiar estas misteriosas bolas de neuronas. Pero activar y rastrear neuronas específicas era casi imposible hasta que surgieron técnicas moleculares avanzadas en los últimos 20 años.

En el artículo “Krause corpuscles are genital vibrotactile sensors for sexual behaviours”, publicado el 19 de junio en la revista “Nature”, Ginty y sus colaboradores activaron los corpúsculos de Krause en ratones macho y hembra mediante diversos estímulos mecánicos y eléctricos. Las neuronas se activaron en respuesta a vibraciones de baja frecuencia en el rango de 40 a 80 hertz. Ginty señala que estas frecuencias se utilizan generalmente en muchos juguetes sexuales.

Las pruebas en genitales de ratones

Aunque la mayoría de las neuronas sensoriales se desarrollan antes del nacimiento, los investigadores descubrieron que los corpúsculos de Krause no se desarrollaron hasta que los ratones tenían entre 4 y 6 semanas de edad, justo antes de que los animales alcanzaran la madurez sexual. Ginty dice que el equipo está estudiando si las hormonas en el ciclo de las hembras afectan la función de los corpúsculos, así como cómo estos sistemas neuronales de desarrollo tardío se conectan al sistema nervioso.

Lo que se sabía hasta ahora era que los corpúsculos se conectan a una región sensorial particular de la médula espinal. La estimulación de esta región provocaba erecciones y contracciones en los genitales, incluso cuando la conexión entre la médula espinal y el cerebro se interrumpe, lo que sugiere que los reflejos sexuales son automáticos.

La llave para nuevos tratamientos que mejoren la salud sexual

“Es un trabajo muy completo”, afirma Elena Gracheva, neurocientífica de la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut. La sorprendió la cantidad de vías sensoriales que parecen estar implicadas en la sensibilidad genital. El artículo “abre muchas direcciones diferentes para muchos científicos”, afirma.

Ginty y sus compañeros de trabajo ahora quieren observar otros aspectos de los corpúsculos de Krause, como por ejemplo si las neuronas causan sensaciones de placer en el cerebro y si conservan su sensibilidad a medida que los animales envejecen. “Cada hallazgo conduce a nuevos conocimientos porque hay muchas cosas que no sabemos sobre esto”, añade Ginty.

Fuente: tn.com.ar