Carta viral de un operador de satélites alerta sobre un “apagón” del programa espacial argentino

Un operador técnico del equipo SAOCOM en VENG elevó su voz de alarma sobre el futuro del programa espacial argentino. Daniel Aguirre, quien lleva más de una década trabajando en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), publicó una cruda carta en redes sociales donde advierte sobre el “apagón” que amenaza al sector aeroespacial nacional.

“Trabajo desde hace más de 12 años en la CONAE y quiero contarles por qué no podemos permitir que se apague el espacio argentino“, escribió Aguirre en su testimonio, publicado tras conocerse el despido de al menos 17 empleados de VENG en Córdoba a inicios de junio.

Crisis en la CONAE: despidos masivos en VENG y advertencia por fuga de científicos

La ejecución de la Función Ciencia y Tecnología del presupuesto nacional cayó un 24,2% en términos reales durante los primeros cinco meses de 2024, según datos oficiales. Nunca se recuperó esa desinversión y la crisis se profundizó en 2025.

Esta reducción presupuestaria se tradujo en un trance que afecta directamente a las operaciones de los satélites SAOCOM, considerados entre los más avanzados del mundo.

Aguirre, quien participó como operador en vuelo del satélite SAC-D entre 2013 y 2015 y más tarde en el desarrollo de los SAOCOM, describió con precisión el impacto de estos recortes: “Hablar de cerrar o debilitar la CONAE no es un tema simbólico o presupuestario. Es hablar de apagar un sistema que lleva décadas de inversión, formación de recursos humanos, infraestructura y conocimiento”.

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Tecnología de vanguardia mundial

El satélite SAOCOM se convirtió en el satélite SAR en banda L con mayor performance que existe en el planeta, que se destaca por su capacidad para captar datos tanto de día como de noche y ver a través de las nubes.

El objetivo central de los satélites SAOCOM es la medición de la humedad del suelo y aplicaciones en emergencias, tales como detección de derrames de hidrocarburos en el mar y seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones. Estos satélites forman parte del sistema SIASGE, desarrollado en colaboración con la Agencia Espacial Italiana.

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“Desde 2018, formo parte del equipo que opera en vuelo los satélites SAOCOM, en contacto diario con tecnología de altísimo nivel, con aplicaciones concretas que sirven al campo, al medio ambiente, a la defensa, a la gestión del agua, a la prevención de desastres”, relató el técnico en su carta.

Aguirre destacó el prestigio internacional alcanzado por Argentina en el sector espacial: “No es casualidad que países como Italia, Brasil o Estados Unidos hayan colaborado con nuestras misiones. Nos respetan. Nos valoran”.

Con la llegada del primer vuelo, Córdoba quedó unida con Bogotá con tres frecuencias directas semanales de Avianca

Los productos SAOCOM permiten optimizar el manejo de sistemas de riego en zonas áridas y semiáridas, que representan casi el 75% de la superficie del país, brindando herramientas fundamentales para la agricultura de precisión.

Impacto en la soberanía tecnológica

El operador espacial destacó el valor estratégico de esta tecnología: “Cualquiera que alguna vez haya visto cómo nuestros satélites ayudan a monitorear un incendio, una inundación, una sequía, o cómo ayudan a prever el uso del suelo o a proteger nuestra pesca, sabe que esto no es ‘gasto’. Es inversión inteligente, soberanía, capacidad de actuar“.

La nueva conducción de VENG, encabezada por Roberto Yasielsky como presidente, Laureano Quiroga como gerente general y Alberto Haure como gerente de Recursos Humanos, implementó los despidos en el marco de lo que el sindicato ATE denomina un “plan de vaciamiento” del sector científico-tecnológico.

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“No hablo desde una oficina”

El testimonio del operador técnico cobró particular fuerza por su experiencia directa: “No hablo desde una oficina. Hablo desde las salas donde recibimos datos que recorren miles de kilómetros desde el espacio. Hablo desde la emoción de ver despegar un satélite en el que trabajamos durante años”.

Entre 20 y 30 trabajadores fueron despedidos en distintas sedes de VENG en el país, según informó el sindicato ATE, que exige la reincorporación inmediata de los empleados desvinculados y el aumento del presupuesto destinado a ciencia y tecnología.

La carta de Aguirre concluye con un llamado a la defensa del programa espacial: “Cerrar o debilitar la CONAE sería, en el fondo, renunciar como país a una de las cosas que hacemos bien, a largo plazo, y con visión estratégica. Sería borrar décadas de trabajo silencioso, responsable y profundamente patriótico”.

La carta completa publicada en redes sociales:

“Trabajo en la CONAE y quiero contarles por qué no podemos permitir que se apague el espacio argentino

Trabajo desde hace más de 12 años en la CONAE, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina. No escribo esto como funcionario, ni como técnico: lo escribo como alguien que dedicó una parte de su vida al trabajo en misiones espaciales argentinas. Y hoy me duele profundamente ver que todo eso podría estar en riesgo.

Fui operador en vuelo del satélite SAC-D entre 2013 y 2015, y más tarde participé en el desarrollo de los satélites SAOCOM, haciendo pruebas electrónicas a uno de los instrumentos más importantes que hemos construido en el país: la antena SAR. Desde 2018, formo parte del equipo que opera en vuelo los satélites SAOCOM, en contacto diario con tecnología de altísimo nivel, con aplicaciones concretas que sirven al campo, al medio ambiente, a la defensa, a la gestión del agua, a la prevención de desastres.

Hablar de cerrar o debilitar la CONAE no es un tema simbólico o presupuestario. Es hablar de apagar un sistema que lleva décadas de inversión, formación de recursos humanos, infraestructura y conocimiento. Y lo más triste: una estructura de ciencia y tecnología que funciona, que ha sido reconocida internacionalmente, y que genera impacto real en la vida de todos los argentinos.

Cualquiera que alguna vez haya visto cómo nuestros satélites ayudan a monitorear un incendio, una inundación, una sequía, o cómo ayudan a prever el uso del suelo o a proteger nuestra pesca, sabe que esto no es “gasto”. Es inversión inteligente, soberanía, capacidad de actuar.

También es futuro. Porque lo que hacemos en CONAE no sólo genera empleo calificado hoy, sino que inspira vocaciones científicas, despierta entusiasmo en estudiantes y nos conecta con las grandes ligas de la ciencia mundial. No es casualidad que países como Italia, Brasil o Estados Unidos hayan colaborado con nuestras misiones. Nos respetan. Nos valoran.

Cerrar o debilitar la CONAE sería, en el fondo, renunciar como país a una de las cosas que hacemos bien, a largo plazo, y con visión estratégica. Sería borrar décadas de trabajo silencioso, responsable y profundamente patriótico.

No hablo desde una oficina. Hablo desde las salas donde recibimos datos que recorren miles de kilómetros desde el espacio. Hablo desde la emoción de ver despegar un satélite en el que trabajamos durante años. Y también desde la preocupación de que todo eso se pierda.

Por eso, hoy más que nunca, pido que defendamos lo que hemos construido. Porque defender la CONAE es defender una Argentina que no se resigna, que no achica sus sueños, y que todavía cree que puede estar entre los que miran al cielo… y llegan”.

Fuente: perfil.com

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