Como bien se sabe, las avenidas porteñas son ejes claves de la vida económica y social de los barrios, y desempeñan un rol fundamental como soporte de la movilidad metropolitana de pasajeros.
Una dinámica urbana que involucra diversos actores y necesidades. Sin embargo, algunas de estas avenidas perdieron su atractivo con los años, evidenciando signos de deterioro y dificultades para mantener una circulación vehicular ordenada.
Ante esto, el gobierno porteño lanzó el proyecto “Avenidas porteñas”, una iniciativa que tiene por objetivo revalorizar el carácter simbólico, paisajístico y ambiental de las avenidas, mediante la reorganización de usos y flujos.
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En la primera etapa de esta propuesta se intervinieron las avenidas Independencia y Caseros, pero ahora la Ciudad avanza en la puesta en valor y rediseño de las avenidas Fernández de la Cruz, Benito Pérez Galdós, Martín García, Almirante Brown y Osvaldo Cruz.
Se trata, en definitiva, de un concepto que busca fomentar la presencia peatonal y el tiempo de permanencia en el espacio público y optimizar la circulación vehicular.
En este sentido, se proyectan nuevos espacios públicos de estancia; retención de agua de lluvia por infraestructura verde; reducción de la temperatura en la superficie de la vereda en días cálidos; aumento de la ocupación comercial anual en locales existentes; instalación de locales comerciales nuevos cada año; generación de empleos a partir del nuevo impulso barrial, y hasta la revalorización del metro cuadrado en dólares, ya sea para alquileres comerciales o de residencia.
Plan en marcha. La primera etapa de este plan urbanístico comenzó a desarrollarse este año sobre las avenidas Independencia, entre las avenidas Jujuy y La Plata, y sobre Caseros, en el tramo que va desde Santiago del Estero hasta Entre Ríos. Se trata de dos avenidas que se caracterizan por ser “de paso”. Es decir, de gran circulación de transporte público, de cargas y vehicular, pero que no presenta ninguno de los “atractivos” que puedan hacer a estas vías rápidas “disfrutables” y amigables para los vecinos y residentes de la zona, tales como pueden ser la avenida Santa Fe, Avenida de Mayo o Corrientes.
Para ambos casos, y así tratar de revertir esa “circunstancia urbana”, la Ciudad diagramó un plan que contempla el ensanche de veredas; instalación de canteros; boulevares centrales con arbolado, iluminación peatonal; cruces más seguros; reordenamiento de paradas de colectivos; reubicación de contenedores de residuos; más arbolado, entre otros trabajos.
“A través de la puesta en valor de las avenidas porteñas, estamos recuperando el espacio público para la gente: hacemos de Independencia y Caseros avenidas más verdes, seguras y ordenadas. Porque cuando mejoramos nuestras calles, también fortalecemos la identidad de cada barrio y la calidad de vida de quienes los caminan todos los días”, expresó el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
En este marco, el gobierno porteño avanza con una iniciativa similar en otras avenidas del tejido urbano.
En este caso contempla la intervención en diferentes tramos de las avenidas Fernández de la Cruz, Benito Pérez Galdós, Martín García y Almirante Brown, la tradicional avenida del barrio de La Boca. Otra de las avenidas que se intervendrá será Osvaldo Cruz, una de las vías rápidas cuya traza conecta a diferentes barrios de la zona sur de la Capital Federal, tales como La Boca, Barracas y el Barrio 21-24.
Según explicaron desde el Ministerio de Infraestructura porteño, estas arterias rápidas fueron seleccionadas tanto por su valor simbólico, como por su dinámica comercial, además de la necesidad de reordenamiento urbano.
Pero también se tuvieron en cuenta otras variables como el flujo de tránsito; la densidad del Código Urbanístico; el tránsito de habitantes y usuarios del GBA; la dinámica económica consolidada y las diferentes problemáticas que se generan a partir del uso del espacio público.
Si bien cada una de estas avenidas tendrá un enfoque de obras adaptado al perfil de la zona, todas comparten el mismo objetivo: recuperar el rol de las avenidas como ejes sociales, económicos y culturales de la vida porteña.
Respecto de las metas que contempla el proyecto, que se iniciará en diferentes etapas durante lo que resta del año, se destacan las de generar más espacio público de calidad, reducir la temperatura en veredas, promover la actividad económica y sumar beneficios ambientales para toda la Ciudad.
En el caso de las avenidas Fernández de la Cruz, en Lugano; Benito Pérez Galdós y Martín García, ambas arterias icónicas del barrio de La Boca, el inicio de los trabajos está previsto durante el transcurso de este mes.
“Las obras, además de mejorar la movilidad, crean nuevas centralidades y reconfiguran barrios importantes de la Ciudad para aumentar la peatonalidad, la movilidad activa y el espacio público”, aseguró a PERFIL Pablo Bereciartua, titular de la cartera ministerial.
“Al ponerlas en valor, se disminuye la concentración de personas y la congestión del tránsito, mejorando así la calidad de vida urbana. Este modelo promueve barrios más caminables, equitativos y sostenibles, reduce la dependencia del automóvil e impulsa nuevas formas de movilidad”, concluyó el funcionario porteño.
Objetivos
◆ Se calcula sumar 6.000 m² de nuevo espacio público de estancia.
◆ Habrá 10.000 litros de agua de lluvia retenida por la nueva infraestructura verde.
◆ Hasta 3 °C menos de temperatura en la superficie de la vereda en días cálidos por el arbolado proyectado.
◆ Un 11% más de ocupación comercial anual en los locales ya existentes en la zona.
◆ Un 3% más de locales nuevos a abrir cada año.
◆ Hasta 280% más de valorización en alquileres comerciales (US$/m²) tras las mejoras.
Fuente: perfil.com