“Soy un hombre, pero me tratan peor que a un animal”, expresó con la voz quebrada frente a las cámaras de C5N, en una escena que conmovió incluso a los cronistas presentes. Manuel participaba de la tradicional ronda que los jubilados realizan todos los miércoles en el Congreso, una movilización que esta vez fue reprimida con gases y un fuerte operativo policial.
Percibiendo la jubilación mínima y con la necesidad de hacer changas para poder subsistir, el hombre contó que sobrevive gracias a la ayuda de su hija. “Si no fuera por ella sería imposible. Lloro porque tengo impotencia. ¿A dónde nos van a llevar? ¿Qué va a pasar más adelante?”, preguntó con una mezcla de angustia e incertidumbre.
“Un hombre que insulta al Papa y hoy va a llorar allá”
La represión policial no fue el único blanco de sus críticas. Manuel también cuestionó duramente al presidente Javier Milei, quien por estas horas viaja a Roma para participar del funeral del papa Francisco.
“Un hombre que insulta al Papa y hoy va a llorar allá. Más hipocresía no se puede. No vi una cosa igual. Se fue una gran persona, pero dejó una enseñanza que este Gobierno no va a entender nunca, porque no conoce la necesidad”, señaló con firmeza.
La declaración se convirtió rápidamente en uno de los momentos más potentes de la jornada y reflejó, en palabras simples, la crudeza de una realidad que miles de jubilados enfrentan a diario: la del abandono, la precariedad y el maltrato por parte de un Estado que, según denuncian, les da la espalda en la etapa más vulnerable de sus vidas.
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