Un manto de dolor cubre a la comunidad azucarera tucumana tras el fallecimiento de Julián Agustín Bulacio, el joven operario de 24 años que había resultado gravemente herido en la explosión ocurrida el pasado miércoles 3 de julio en el Ingenio La Corona.
La tragedia se desencadenó cerca de las 9:20 de la mañana del miércoles 3 de julio, cuando Bulacio, en su rol de despachador, se encontraba en la parte superior de un camión cargando combustible. Un repentino reventón, seguido de una llamarada, lo envolvió en una ola de fuego, dejando al joven con severas quemaduras en más del 80% de su cuerpo.
Tras la explosión, sus compañeros lo auxiliaron de inmediato y fue trasladado al Hospital Miguel Belascurain en Concepción. Allí, el equipo médico le brindó las primeras atenciones, curando las heridas y estabilizando su estado.
Sin embargo, debido a la gravedad de las lesiones, Bulacio fue derivado al Hospital Centro de Salud en la capital tucumana.
Durante una semana, Bulacio luchó tenazmente por su vida. Su juventud y fortaleza parecían darle fuerzas para sobreponerse a las quemaduras que afectaban gran parte de su cuerpo. Las llamas habían comprometido también sus vías superiores, complicando aún más su cuadro.
Luto y dolor en la comunidad por la muerte del joven operario del ingenio La Corona
Lamentablemente, en la madrugada de este jueves, el corazón de Julián Bulacio dejó de latir. La noticia de su fallecimiento conmocionó a la comunidad azucarera tucumana, especialmente a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, quienes lo recordarán por su amabilidad, su predisposición y su constante sonrisa.