Paloma Gallardo, la joven de 16 años asesinada junto a su amigo Josué Salvatierra en Florencio Varela, fue velada en la tarde este martes en una ceremonia en la iglesia evangelista de su padre en Bosques, de ese partido.
El padre de la joven, Omar Gallardo es pastor evangelista y decidió que su hija sea velada en la vereda de su casa, donde tiene la “iglesia de Dios”, ubicado en Canalejas Méndez 1249, en la localidad de Bosques. Su familia, amigos y vecinos se acercaron a darle el último adiós. Cantaron canciones religiosas y rezaron junto al cajón.
Los restos de la joven fueron trasladados a la cochería Colonial del Cruce Varela, donde se relaizó una segunda despedida durante toda la madrugada. Los restos serán enterrados hoy en el cementerio local.
El reclamo de la madre de Paloma a la prensa
Su madre, Alicia Pita, dijo a la prensa: “Esperaba que los medios me acompañaran antes, para encontrarlos vivos. No solo eso, sino que después han querido ensuciar la memoria de mi hija y cuestionar a mi familia. Los perdono, ya no me voy a quedar con ese rencor en el corazón”.
Y agregó:“Ojalá no ocurran nunca más cosas como estas, pero la maldad en este mundo es así. Considérenlo, cuando desaparezca otra chica, no esperen que aparezcan los cadáveres, les pido que no sean morbosos, que ayuden con la búsqueda y que tengan compasión con una madre que perdió a un hijo. Ahora respeten nuestro dolor, no nos invadan y dejen despedir a nuestra hija”.
“Queremos escuchar a las autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia y el intendente municipal. Los esperamos para que lloren junto al cajón con nosotros y que nos den respuestas”, dijo su papá y añadió: “Sabemos que todos los que están viendo esto están clamando un cambio, para que esto no suceda más”.
Según cuentan sus padres, la adolescente salió de su casa hacia el gimnasio el pasado jueves 1 de febrero cerca de las 18:00, llevaba una botella de agua y aproximadamente $7000.
En el camino se encontró con su amigo Josué Salvatierra, de 14 años, con quien habría empezado una relación hacía dos meses. Juntos caminaron hacia un predio descampado en la calle Arturo Capdevilla y la Colectora Ruta 36, en Florencio Varela, donde fueron capturados por las cámaras de seguridad de la zona.
Tras pasar varias horas en que no supieron de ellos, las familias comenzaron a buscarlos en la plaza del barrio, donde los chicos solían ir, pero no los encontraron entonces hicieron la denuncia ante la policía.
Un llamado al 911 alertó el día sábado sobre la aparición de dos cuerpos en un descampado entre las vías del tren y una fábrica de baterías, en el puente de Bosques, cerca del lugar donde los jóvenes fueron vistos por última vez.Se trataba de los dos jóvenes.
Los jóvenes presentaban traumatismos en el cráneo, no se hallaron signos de violencia extrema ni mutilaciones. La hipótesis inicial de los investigadores es que el crimen pudo haber sido un intento de robo. Sin embargo, aún está incierto.
En tanto, el abogado de la familia de Josué, Guillermo Dieguez, planteó una nueva hipótesis: que el crimen podría estar vinculado a que los chicos habrían sido testigos de algo que no debían haber visto.
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