Este martes conmemoramos el 212° aniversario de la Batalla de Tucumán, un hecho histórico de trascendental importancia para la consolidación de nuestra independencia. Esta batalla, considerada la “más criolla de todas”, fue un punto de inflexión en la lucha contra el dominio español y demostró la valentía y el espíritu combativo del pueblo argentino.
A fines de 1812, el ejército realista, comandado por el general Tristán, avanzaba sobre el territorio argentino con el objetivo de sofocar la revolución. El general Manuel Belgrano, al frente del Ejército del Norte, se encontraba en una situación crítica, con escasos recursos y enfrentando una fuerza enemiga superior en número.
A pesar de las órdenes del Triunvirato de abandonar Tucumán y replegarse hacia Córdoba, Belgrano decidió desafiar las órdenes y enfrentar al enemigo en esta provincia. Esta decisión, considerada audaz y arriesgada en su momento, resultó ser fundamental para el futuro de la patria.
La batalla de Tucumán fue un enfrentamiento desigual, pero el valor y la determinación de las tropas patriotas, junto con el apoyo del pueblo tucumano, lograron inclinar la balanza a su favor. A pesar de las adversidades, Belgrano y sus hombres lograron una victoria resonante que fortaleció el espíritu independentista y debilitó al ejército realista.
“Jamás desesperó de la salud de la patria, mirando con la más marcada adversión a los que opinaban tristemente sobre ella”, afirmaba José María Paz sobre Belgrano, destacando su liderazgo y su capacidad para inspirar a sus tropas.
El pueblo tucumano jugó un papel fundamental en esta victoria. Los vecinos se organizaron para apoyar al ejército, proporcionando alimentos, armas y refuerzos. La participación activa de la población civil fue clave para el triunfo patriota.
“El vecindario tucumano respondió con entusiasmo al pedido de Balcarce, y el Cabildo envió una diputación a Belgrano, para persuadirlo a quedarse en Tucumán, y con todo el apoyo de este pueblo, organizar la defensa y presentar combate al invasor”, relata José María Paz.
La victoria en Tucumán tuvo consecuencias trascendentales para la causa independentista:
- Fortaleció el espíritu patriota: Demostró que la lucha por la libertad era posible y que el pueblo argentino estaba dispuesto a defenderla.
- Debilitó al ejército realista: La derrota en Tucumán fue un duro golpe para las fuerzas españolas y retrasó su avance hacia el sur.
- Consolidó el liderazgo de Belgrano: La victoria consolidó el liderazgo de Manuel Belgrano y lo convirtió en uno de los héroes de la patria.
La Batalla de Tucumán es un hito fundamental en nuestra historia, un ejemplo de valentía, sacrificio y unión. Al conmemorar este aniversario, rendimos homenaje a aquellos hombres y mujeres que lucharon por nuestra independencia y nos inspiramos en su legado para construir un futuro mejor.