Su madre, Verónica Magallanes, de 49 años, había muerto un día antes como consecuencia de las graves heridas sufridas en el incendio, que la dejó con el 90% de su cuerpo quemado. Ambos, madre e hijo, lucharon por su vida, pero las heridas fueron fatales.
La policía llegó rápidamente al lugar, encontrando al agresor en el lugar de los hechos. R. Celedón, un expolicía que había sido dado de baja en 2006, fue arrestado en el sitio del crimen. Sin embargo, debido a sus graves quemaduras (aproximadamente el 40% de su cuerpo), el acusado fue trasladado al hospital Lagomaggiore, donde permanece bajo custodia. Las autoridades aún no han confirmado los motivos detrás de este brutal ataque, pero la violencia y el desenlace fatal de la situación han dejado una profunda huella en la comunidad mendocina.
El caso, que se suma a una creciente ola de violencia de género en la región, ha generado una fuerte repercusión en Mendoza y el resto del país, y ha reavivado el debate sobre la urgencia de medidas más estrictas para prevenir estos ataques. La familia Celedón y Magallanes, además del impacto físico y emocional de este devastador suceso, se enfrenta a una doble tragedia que aún no encuentra respuestas claras.
Embed