Murió Francisco Wichter, el último sobreviviente de la lista de Schindler

Francisco Wichter, el último sobreviviente de “la lista de Schindler”, murió el pasado 26 de febrero a los 99 años. Vivía en Villa Crespo desde el año 1947, cuando había llegado al país tras escapar del holocausto judío.

Faivel Wichter – como era su nombre original- había nacido en 1926 en Maski, Polonia, en una familia judía de siete integrantes. En 1939, con la invasión nazi, su vida cambió drásticamente. A los 13 años, tuvo que huir con su familia de Markuszew tras el bombardeo de la cercana ciudad de Kuruv. Se refugiaron en Palikiie, donde vivió casi cuatro años trabajando en el campo, sometido a trabajos forzados y a la constante persecución antisemita.

En 1943, su padre fue asesinado por la policía polaca y su familia recibió la orden de concentrarse en Beelitz. Allí, en el sótano de la casa de un tío, fue seleccionado junto a su hermana Hanka para esconderse mientras los demás eran deportados. Nunca volvió a ver a su madre ni al resto de su familia. Desde entonces, sobrevivió escondiéndose en bosques y escapando de los nazis.

Faivel fue capturado y enviado a distintos campos de concentración: Poniatov, Budzin, Mieletz, Wieliczka, Plaszow y Gros-Rosen.

francisco Wichter 3.jpg

En Plaszow (Cracovia) escuchó sobre un empresario alemán, Oskar Schindler, que trasladaba trabajadores judíos a su fábrica de municiones en Checoslovaquia. Gracias a esto, en 1944 fue incluido en la denominada “Lista de Schindler” y llegó a la fábrica en Brünnlitz. A sus 19 años, Faivel era el trabajador número 371.

Para 1945, el empresario Schindler había logrado, gracias a los sobornos que pagaba a los oficiales alemanes, que todos los empleados de su fábrica incluidos en su lista de trabajo no fuesen enviados a Auschwitz.

francisco Wichter.jpg

El 7 de mayo de 1945, Schindler anunció la rendición de Alemania y la liberación de los trabajadores. Faivel quedó libre, con solo algunas pertenencias. Llegó a Cracovia y luego a Roma, donde conoció a Hinda, su esposa. Juntos emigraron en barco hacia Argentina. Ingresaron desde Paraguay y desde 1947 se instalaron en el barrio de Villa Crespo, en la Ciudad de Buenos Aires.

Desde entonces, Feiwel se cambió el nombre por el de Francisco Wichter y mantuvo en silencio su traumática experiencia durante décadas.

Fue en 1993, con el estreno de la película “La lista de Schindler” de Steven Spielberg, cuando decidió compartir su historia con su hijo Enrique.

la lista de Schindler.jpg

En una reunión en su hogar en Villa Crespo, Francisco le entregó a Enrique la novela El arca de Schindler” de Thomas Keneally, con ciertos pasajes subrayados, señalando: “Estos fueron los lugares en los que estuve”.

Esas vivencias Francisco Wichter las volcó luego en un libro al que tituló “Undécimo mandamiento”. Allí expresó: “Entrego a los demás mi memoria, quiero dejar, sobre todo a los que son jóvenes, un testimonio y el pedido ferviente de que cuando lo lean, tomen en sus manos la tarea de hacer un mundo mejor, donde hechos como éste no ocurran nunca más”.

Embed

Fuente: minutouno.com

Temas en esta nota:

Exit mobile version