La Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur tuvo su primera edición en 2017. Organizada por la Universidad Tres de Febrero y la Fundación Foro del Sur, este evento de arte contemporáneo se desarrolla en diferentes sedes de distintas ciudades y con artistas de todo el continente.
Las convocatorias son abiertas y los proyectos seleccionados pasan a formar parte de la exhibición en las sedes elegidas. En su quinta edición, Bienalsur tendrá su desarrollo de julio a diciembre y se asentará en más de 130 espacios de Latinoamérica, donde podrán verse proyectos de unos 400 artistas.
En ese marco, el proyecto Tolva, del cordobés Martín Marro, será exhibido en el Centro Cultural de España en La Paz (Bolivia) a partir de julio, junto a otros dos artistas latinoamericanos.
Su proyecto, según señala la curaduría, representará a la actual llanura agroindustrial argentina. “Yo nací y crecí entre máquinas. Mi abuelo cosechaba y mi padre solía reparar máquinas y siempre, en mis juegos de la infancia en Luque, me imaginaba que esas máquinas eran habitables o que podían servir para otra cosa, que se podían modificar. Después estudié arquitectura y con los años me convertí también en artista”, empieza relatando Marro a Perfil Córdoba.
Con esas imágenes siempre rondándole la mente, una idea empezó a crecer hasta convertirse en un proyecto híbrido que el artista viene puliendo desde la pandemia. “Tolva es un proyecto transdisciplinar que incluye obras de arte participativas de sitio específico y también interacciones con la comunidad, teniendo en cuenta la perspectiva temporal del territorio”, explica.
El proyecto del arquitecto y artista fue seleccionado en 2023 en el espacio “No disciplinario” del Palais de Glace y exhibido en el CCK durante tres meses; ese mismo año, una pequeña parte formó parte de la muestra “Prácticas Contaminadas”, en el Museo de las Mujeres (MuMu) en Córdoba. Al año siguiente también conformó la muestra “Cosecharás tu ciencia” en el Museo Evita Palacio Ferreyra.
En manos del artista la tolva –ese dispositivo destinado al pulverizado, procesamiento y depósito de granos– se transforma en algo más parecido a un refugio de supervivencia o a una construcción de un futuro ucrónico. Y es utilizado como excusa para desarrollar un corpus más complejo, que aborda la problemática medioambiental desde una perspectiva participativa.
El proyecto se asienta así en la auto-exploración creativa para saberse protagonista fundamental de esas problemáticas pero además propone encuentros comunitarios multidisciplinarios para actividades de indagación, formación, investigación y debate, atravesando el arte, la cultura, el territorio, la comunidad y el medioambiente. “Me interesa que haya debates que puedan enriquecer el desarrollo del pensamiento con articulación política y cultural que el momento requiere. Quiero dar protagonismo a quienes están en directa relación al ambiente rural, urbano y suburbano de las comunidades en la zona de llanura Argentina, teniendo así una perspectiva regional para articular contenidos indagatorios y contribuir imaginando al desarrollo de una narrativa que permita imaginar otros mundos posibles”, refiere.
Tolva en Bienalsur. En un espacio con forma de U, Tolva se desplegará a través de tres fotomontajes gigantes de máquinas cosechadoras intervenidas en el campo “y luego, en otros formatos, se exhibirán una serie de prosas en voz robot y un video”.
Las prosas a las que refiere el artista, surgieron de la base conceptual del proyecto. “Escribí y reescribí, edité, volví a escribir decenas de veces y en ese proceso los textos se transformaron en una prosa experimental, en una descomposición de la escritura, en un juego de palabras donde el orden se altera, se suprime y se intercala, dinamitando significados”, cuenta.
Así, en ‘Script senza titolo’, se escucha una síntesis de voz-robot que describe Tolva, un mapeo de pérdida (cultural-biológica-social) de biodiversidad. Una acción que parece insistir para asegurarse de la presencia de un problema.
Por último, un vídeo que muestra imágenes de la llanura acompaña los fotomontajes y las prosas. “En la pantalla se ven fotografías de la llanura y cada tanto, por segundos, como por error, se alcanza a ver una edificación extendida de una maquinaria que crece sobre montículos de un suelo desértico”, finaliza Marro.
MARTÍN MARRO. En 2011 fue invitado a participar del Coloquio Injaviú, en la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Javeriana de Bogotá (Colombia).
Fuente: perfil.com