Juan Ramón es un tucumano que debía hacerse cargo de su familia y ayudar a sus padres. Necesitaba trabajar de cualquier cosa y aceptó sin pensar la oferta que le hicieron: “Me preguntaron si quería trabajar de guardia en el depósito del cementerio a la noche y acepté”.
“El lugar era sombrío, con algunas ventanas rotas, puertas oxidadas y paredes agrietadas. En ese tiempo había un sótano donde ponían a los cajones. Todo estaba oscuro y me daba algo de miedo. Entrar allí me ponía algo nervioso, pero esa noche escuché ruidos y tuve que ir a ver qué pasaba”, relató este domingo el seguidor de Tucumán Paranormal.
“Miraba a todos lados y trataba de calmarme, pero el foco se apagó y quedé a oscuras. Mis piernas comenzaron a temblar y me entró una ansiedad terrible. Respiré agitado cuando una brisa fría se hizo sentir en mi cuerpo, mientras yo parecía una gelatina. No podía calmar mis dientes y a mi corazón lo sentía latir. También escuché unos pasos en la oscuridad, yo no podía pronunciar ninguna palabra”, agregó el trabajador.
“Decidí salir de la morgue mientras observaba algo en la oscuridad: una silueta con joroba. Salí afuera y pude ver la luz de la luna. Me iba alejando lo más rápido posible, pero el miedo no me dejaba reaccionar. En ese momento sentí un fuerte olor a podrido en el aire, sentí que mi corazón se quería salir de mi pecho”, jura en la publicación.
“Me fui a la entrada del cementerio donde estaban mis otros compañeros. Cuando me di vuelta a mirar hacia la morgue observé esa silueta parada en la puerta de la morgue como saludándome. Decidí hablar con el encargado y al día siguiente quería dejar el trabajo, pero me convenció que no lo dejara y me cambiaron de sector”, explica tras la noche de terror.
“Sé que mucha gente no cree que en un cementerio pasen estás cosas pero sí pasan, quizás no siempre, pero algo siempre se escucha, se ve y se manifiesta y yo lo viví”, concluyó Juan Ramón. ¿Y vos? ¿Viviste una situación traumática como la de este trabajador tucumano?