La historia de la aviación comercial es un relato de constante superación. Desde los pioneros vuelos transatlánticos, el sueño de reducir drásticamente los tiempos de viaje entre continentes ha sido una meta persistente. Por años, empresas aeronáuticas ambicionaron conectar ciudades clave de Estados Unidos, como Nueva York, con grandes capitales europeas, como Londres o París, imaginando un futuro donde cruzar el Atlántico fuera cuestión de pocas horas. Ese anhelo de velocidad supersónica, que parecía haberse desvanecido con el retiro del icónico Concorde en 2003, hoy resurge con una fuerza renovada, prometiendo revolucionar los viajes aéreos.
El rugido de un avión supersónico volvió a ser una realidad en el desierto de Mojave a principios de 2024. El protagonista fue el prototipo XB-1 de Boom Supersonic, que logró romper la barrera del sonido, marcando el avance más significativo en las últimas dos décadas hacia la reaparición de los vuelos comerciales ultrarrápidos. La compañía, con sede en Denver y liderada por Blake Scholl, no solo busca revivir el sueño supersónico, sino también superar los obstáculos técnicos, económicos y regulatorios que limitaron a su antecesor.
Aviones supersónicos: cómo viene el proceso para lograr el modelo comercial
El XB-1, un prototipo a escala reducida, se convirtió en el primer jet desarrollado por una empresa privada en exceder Mach 1, la medida con la que se mide la velocidad del sonido. Las exitosas pruebas, realizadas en enero y febrero de 2024, alcanzaron una velocidad aproximada de 1.200 km/h, la necesaria para superar la velocidad del sonido. Un aspecto crucial de estas pruebas es la aplicación de una técnica revolucionaria: el “boomless cruise” o “Mach cutoff”. Esta estrategia, según explicó Scholl, permite que el sonido generado por el avión se desvíe del suelo bajo ciertas condiciones atmosféricas, eliminando el característico estampido sónico. Es importante recordar que este “boom” fue la razón principal de la prohibición de vuelos supersónicos sobre tierra en Estados Unidos desde 1973. Aunque su efectividad aún genera debate entre expertos, Boom asegura que sus vuelos de prueba no produjeron estampidos audibles en tierra. Esto abre la puerta a rutas aéreas más flexibles y con menos restricciones para el futuro de los viajes supersónicos.
Así es el prototipo que realizó las pruebas buscando el avión comercial supersónico
En cuánto tiempo viajaría el avión supersónico de América a Europa
El principal objetivo de Boom Supersonic es el desarrollo de Overture, un ambicioso avión comercial diseñado para transportar entre 65 y 80 pasajeros a una velocidad de crucero de Mach 1.7, lo que equivale a unos impresionantes 2.100 km/h. Este diseño de vanguardia incorpora materiales compuestos de fibra de carbono, un fuselaje estilizado y alas de doble delta, buscando optimizar la eficiencia aerodinámica y minimizar el consumo de combustible.
La cabina de Overture sería únicamente con asientos de primera clase, ofreciendo comodidades premium como las mejores aerolíneas del mundo. Boom proyecta que Overture podrá cubrir rutas transatlánticas clave como Nueva York-Londres o Nueva York-París en menos de cuatro horas. También contempla rutas transcontinentales dentro de Estados Unidos, siempre que se levante la prohibición actual de vuelos supersónicos sobre tierra. La autonomía estimada del avión es de aproximadamente 7.860 km, suficiente para la mayoría de los trayectos intercontinentales.
La empresa finalizó en 2023 la construcción de su planta en Greensboro, Carolina del Norte, y tiene previsto iniciar las pruebas de vuelo del modelo a escala real en 2027. Si los plazos se cumplen, las primeras entregas a aerolíneas de primer nivel como United, American y Japan Airlines podrían concretarse entre 2028 y 2030, marcando el inicio de una nueva era en los vuelos comerciales.
Experiencia de vuelo y tecnología de vanguardia en Overture
Boom está enfocada en crear una experiencia a bordo que no solo maximice el valor para las aerolíneas, sino que también sea profundamente valorada por los pasajeros. La cabina de vuelo de Overture, diseñada pensando en los pilotos y priorizando la seguridad, promete ser innovadora pero a la vez intuitiva.
El panel de control de Overture incorporará la suite de aviónica de última generación Honeywell Anthem, ofreciendo a los pilotos una conciencia situacional sin precedentes y una gran facilidad de control. Esta suite de aviónica se adaptará específicamente a los requisitos de la misión de Overture, garantizando la experiencia de vuelo más segura posible.
Entre las características más destacadas se incluyen los “sidesticks” con retroalimentación de fuerza, que permiten a los pilotos controlar la aeronave sintiendo físicamente la respuesta del avión y las acciones del copiloto o el piloto automático. Además, Overture contará con un avanzado sistema de visión de realidad aumentada para el despegue y el aterrizaje, eliminando la necesidad de la “nariz caída” que usaba el Concorde. Un dispositivo de Universal Avionics, que se lleva en la cabeza, integrará cámaras y sensores para mejorar significativamente la conciencia situacional y la seguridad de los pasajeros.
Las pantallas táctiles de alta definición de 17 pulgadas reemplazarán los cientos de interruptores y botones de las cabinas tradicionales. Todas las funciones del avión serán accesibles a través de software, manteniendo controles físicos para funciones críticas de seguridad. Overture también recibirá actualizaciones de software inalámbricas, lo que significa que nuevas características y mejoras llegarán regularmente, y las aerolíneas podrán gestionar su implementación.
Mike Bannister, quien fue el piloto con más horas de vuelo en el Concorde, probó el simulador de Overture y su veredicto fue contundente: “Siempre he creído que Overture es el sucesor legítimo del Concorde. Después de experimentar la cabina de vuelo de Overture, que está increíblemente bien diseñada y es un placer volar, mi entusiasmo por este avión solo se ha intensificado”.
Fuente: iprofesional.com