Elon Musk vs Sam Altman: los motivos detrás de la millonaria y conflictiva disputa por OpenAI

Que el CEO de OpenAI Sam Altman y Elon Musk no mantienen una buena relación no es ninguna novedad. La tensión entre ambos comenzó cuando el magnate sudafricano se fue de la empresa desarrolladora de ChatGPT en 2018. En las últimas horas, la hostilidad entre ambos aumentó luego de que el dueño de X y su equipo inversor ofrecieran u&s97.600 millones para comprar las acciones del directorio de la empresa líder en Inteligencia Artificial.

Sin embargo, Altman respondió de manera irónica: “No, gracias, pero si querés te compro Twitter por u$s9.740 millones” y luego sentenció: “No creo que (Musk) sea una persona feliz”. El tira y afloje por las acciones de OpenAI son solo un nuevo capítulo en la larga y compleja relación entre ambos líderes de Silicon Valley.

Elon Musk vs Sam Altman: la historia detrás de la pelea

En el pasado, ambos líderes tecnológicos – junto a otras personas – fundaron OpenAI, la empresa que luego revolucionaría la industria de la Inteligencia Artificial con el lanzamiento de Chat GPT en noviembre de 2022. La empresa fue creada sin fines de lucro con el objetivo de construir una herramienta de IA segura y que beneficie el desarrollo de la humanidad.

elon musk hijo y trump

Musk se muestra cercano a Donald Trump a la vez que presiona a Altman.

Musk se muestra cercano a Donald Trump a la vez que presiona a Altman.

@elonmusk

Tanto Musk como Altman compartían la visión de mantener la empresa sin fines de lucro. En este sentido, el CEO de Tesla no solo aportó financiación inicial, sino que también, fue clave en la contratación de figuras como Ilya Sutskever, actual jefe científico de OpenAI.

A pesar de que en un inicio todo parecía marchar sobre ruedas, los primeros roces comenzaron en 2018. Tras las primeras diferencias, Musk decidió retirarse de la empresa en febrero de ese año – alegó conflictos de interés con sus propios desarrollos de IA en Tesla – y abandonó cualquier tipo de influencia sobre las futuras decisiones de la compañía.

Desde la empresa de IA sostuvieron una narrativa distinta: tras su salida, aseguraron que Musk intentó transformar la organización en una empresa con fines de lucro en 2017 y abandonó el proyecto al no obtener el control mayoritario que deseaba.

Un año después de la intempestiva salida del magnate sudafricano, OpenAI se transformó en una organización con fines de lucro limitado con un segundo board que mantiene la misión de velar por la ideología y los valores sin fines de lucro.

Sin embargo, el panorama cambió rotundamente cuando ChatGPT, creado por OpenAI, fue revelado al mundo en noviembre de 2022. En ese entonces, la compañía ganó una relevancia notoria en el mercado y cambió los planes de los líderes. En específico, esto se evidenció cuando OpenAI anunció que está trabajando para convertirse en una empresa exclusivamente con fines de lucro, poniendo fin a los días de la construcción de una tecnología con el único objetivo de beneficiar a la sociedad.

Desde ese momento, Musk – quién quedo fuera del gran reconocimiento que tuvo OpenAI – comenzó a disparar contra Altman y sus socios con denuncias legales donde acusaba a los dirigentes de traicionar la misión fundacional de OpenAI al poner el beneficio económico por delante del beneficio para la humanidad. Estos ataques se intensificaron luego de que Microsoft anunciara una inversión millonaria en la empresa de Altman el pasado febrero.

Las denuncias de Musk explicaban que este pacto financiero como objetivo el desarrollo de la inteligencia artificial general, una tecnología capaz de razonar como un ser humano. En este sentido, el sudafricano alertaba de las amenazas que podía generar esto si se hace con fines lucrativos. No contento con esto, el dueño de X también sumo una denuncia por comportamiento anticompetitivo por parte de Altman y Microsoft, que reveló una de sus preocupaciones que poco tienen que ver con el humanismo: OpenAI se transformó en un gran jugador y representa una amenaza para sus negocios.

La propuesta de Elon Musk

Un grupo de inversionistas encabezado por Elon Musk presentó una oferta de aproximadamente u$s97.400 millones para adquirir OpenAI, intensificando así un conflicto legal con la compañía de inteligencia artificial que él mismo ayudó a fundar.

Musk, junto con su empresa de IA xAI y un consorcio de firmas de inversión, busca tomar el control del creador de ChatGPT con el objetivo de devolverlo a su propósito original como un laboratorio de investigación sin fines de lucro, según explicó su abogado, Marc Toberoff.

Aunque la oferta fue rechazada por Altman, esta operación está dificultando la independencia financiera de OpenAI, según reportó The New York Times. Al proponer una cifra tan alta, impone un nuevo valor a la libertad de Altman y sus socios, que podría diferir de lo que ellos planeaban pagar al organismo sin fines de lucro que todavía forma parte de la empresa.

En este sentido, Musk declaró que está dispuesto a abandonar su intento de comprar OpenAI si el creador de ChatGPT mantiene su inusual estructura actual, en la que la empresa de inteligencia artificial (IA) más importante y valiosa del mundo está gestionada por una organización sin fines de lucro: “Si la junta de OpenAI, Inc. está dispuesta a preservar la misión de la organización benéfica y estipula retirar el cartel de ‘en venta’ de sus activos deteniendo su conversión, retiraré la oferta” detalló en una presentación judicial a última hora el miércoles. “De lo contrario, la organización benéfica debe ser compensada por lo que un comprador en condiciones de igualdad pagaría por sus activos”, sentenció.

Fuente: ambito.com

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