Tras haberse entregado a la justicia, los hermanos Héctor Ariel (28) y Marcos Antonio Rafael Videz (24) fueron formalmente imputados por el macabro crimen del contador José Antonio Romano (52). Esta tarde, en una audiencia clave, la Fiscalía de Homicidios de Concepción, a cargo de Miguel Varela, solicitó la prisión preventiva para ambos, medida que fue otorgada por un plazo de cuatro meses mientras avanza la investigación.
Durante la audiencia, la auxiliar de fiscal Gabriela Ghilardi expuso la escalofriante teoría del caso y acusó a los hermanos como coautores del delito de homicidio agravado por haber sido cometido para asegurar la impunidad para sí y para otro.
La fiscalía reconstruyó la noche del crimen, ocurrida el pasado sábado 26 de octubre, basándose en testimonios y el análisis de cámaras de seguridad. Según la acusación, la secuencia fue la siguiente:
Alrededor de la 1:00 de la madrugada, Marcos Videz (el menor de los hermanos) y José Antonio Romano llegaron en la camioneta de la víctima al domicilio de avenida General Savio, en Aguilares. Una vez dentro, se produjo una discusión en un dormitorio que derivó en una agresión física: Videz le habría propinado golpes de puño y luego le asestó una puñalada en la zona lateral derecha del cuello con un arma blanca.
Cerca de las 3:15 horas, Marcos Videz salió solo de la vivienda, tomó la camioneta de Romano y fue a buscar a su hermano, Héctor Videz. Quince minutos después, ambos regresaron al domicilio.
Con la intención de encubrir el crimen, los dos hermanos ingresaron a la casa. “Juntos maniataron el cuerpo de la víctima y lo introdujeron dentro de un freezer, con el fin de ocultar el crimen y garantizar su impunidad”, manifestó la representante del MPF. Para atar el cuerpo, utilizaron cables de una aspiradora y de un ventilador que encontraron en la casa.
Posteriormente, ambos se dieron a la fuga en la camioneta de Romano, la cual abandonaron en el barrio Villa Nueva, no sin antes retirar las chapas patentes y dejarlas en el interior del vehículo para dificultar su identificación.
El informe de la autopsia fue contundente y determinó que Romano falleció por asfixia, producto de una lesión en la tráquea provocada por la herida de arma blanca en el cuello.
Al considerar acreditados los riesgos de fuga y de entorpecimiento de la investigación, y ante la gravedad del hecho imputado, el juez interviniente hizo lugar al pedido de la fiscalía y dictó la prisión preventiva para ambos hermanos por cuatro meses.
