El gobernador Osvaldo Jaldo participó este jueves por la tarde de la cumbre encabezada por el presidente Javier Milei en la Casa Rosada, donde se sentó junto a sus pares de otras provincias para analizar las reformas impositiva y laboral que el Gobierno nacional planea enviar al Congreso. En ese marco, el mandatario tucumano reafirmó la vocación de diálogo de la provincia, pero dejó en claro su postura: Tucumán acompañará las iniciativas nacionales esperando la misma reciprocidad para sus ciudadanos.
El encuentro, que reunió a gran parte del gabinete nacional —incluyendo al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y al ministro de Economía, Luis Caputo— y a un nutrido grupo de gobernadores, sirvió como un primer acercamiento para debatir los próximos pasos legislativos del oficialismo.
Durante la reunión, Jaldo remarcó la voluntad de Tucumán de trabajar de manera institucional. “Somos una provincia chica, pero siempre con un gran espíritu colaborativo para que a nuestra querida patria le vaya bien. Ese es el motivo de mi presencia y del aporte que vamos a hacer desde la Gobernación de Tucumán”, afirmó.
En esa línea, el gobernador fue explícito en su planteo. “Siempre hemos mantenido ese espíritu. Y, así como estamos dispuestos a acompañar, también esperamos la reciprocidad del Gobierno Nacional para con el pueblo tucumano”, enfatizó, dejando sentada la posición de la provincia en la mesa de negociación.
Tras la cumbre, el vocero presidencial, Manuel Adorni, destacó que “la voluntad del Presidente es trabajar con todos, independientemente de las diferencias partidarias”. Explicó que el Gobierno buscará “potenciar el ahorro, aumentar la inversión y proteger la propiedad privada” y que los primeros desafíos en el Congreso serán la aprobación de la “modernización laboral, la reforma tributaria y la reforma del Código Penal”, con el fin de “eliminar impuestos, bajar alícuotas y aumentar la formalización”.
La reunión se presenta como un punto de partida para las negociaciones que marcarán la agenda política de los próximos meses, con los gobernadores como actores clave en el armado legislativo que necesitará el Gobierno nacional.
