Un preocupante panorama se presenta en el barrio 9 de Julio II de Río Seco, Tucumán. Una enorme montaña de chatarra, ubicada a la vera de la antigua ruta 38, se ha convertido en un foco de infección y un verdadero peligro para la salud pública. Los vecinos claman por una solución urgente a esta problemática que afecta no solo el paisaje sino también su calidad de vida.
Un paisaje de desechos
La acumulación de chatarra en este predio se ha convertido en un verdadero problema ambiental. Los vecinos denuncian que el lugar se ha transformado en un criadero de insectos y roedores, lo que representa un riesgo inminente para la salud, especialmente en épocas de calor como el verano.
En un artículo publicado por La Gaceta en las redes sociales señala, “Se viene el verano y este depósito de desechos se constituye en un potencial foco de proliferación de mosquitos, roedores y alimañas. Es decir que esto además de contribuir a un rebrote de dengue, también puede conducir a desatar otras enfermedades”, advirtió Ernesto Juárez, un vecino preocupado por la situación.
Un vacío legal y una situación insostenible
Las autoridades locales han manifestado su preocupación ante esta situación, pero han encontrado un obstáculo en la falta de una normativa específica que les permita actuar de manera contundente.
“Uno de los problemas básicos con que nos enfrentamos para obligar la clausura del vertedero, es el vacío legal que hay al respecto”, explicó Miguel Suárez, director de Acción Social de la comuna. “Es lamentable que en estos momentos despleguemos tanta gente y transporte para mantener lo más limpio el pueblo, y resulta que un comerciante de chatarras transforma al frente mismo en un vertedero”, agregó.
El reclamo de los vecinos ante la montaña de chatarra
Los habitantes de Río Seco exigen una pronta solución a este problema que afecta no solo a su barrio, sino también a quienes transitan por la ruta 38. La montaña de chatarra se ha convertido en una imagen desagradable y un peligro para la salud pública.