El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que el Gobierno sigue avanzando con las medidas para incluir los dólares del colchón en el sistema financiero y que para lograrlo se eliminarán decenas de regulaciones que obligan a distintas entidades a informar en forma permanente sobre el movimiento de fondos.
El postergado anuncio sobre la utilización de estos dólares para calentar el consumo y las inversiones en la economía real se realizará, no bien se terminen de cerrar algunos detalles de las medidas.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, el año pasado había fuera del sistema u$s250.000 millones. A partir de la intervención del INDEC en 2007, meses antes de que asumiera Cristina Kirchner -que la mantuvo- la salida de dólares del sistema se multiplicó por ocho, estiman especialistas. Es que subestimar la inflación implicó un default a los intereses de los bonistas que apostaron por el peso, que terminaron dolarizando sus ahorros.
A partir de octubre de 2011, con el cepo cambiario, la salida de dólares del sistema se profundizó. Hubo un freno entre 2015 y 2018 (gobierno de Mauricio Macri), pero la crisis de 2018 y la reimposición del cepo en 2019 volvieron a profundizar la salida de dólares del sistema.
Una muestra de que la desconfianza continúa es que tras la salida del cepo, el 30% de los dólares adquiridos por los argentinos quedó fuera del sistema, según estimaciones de la consultora EcoGo.
Las medidas de Luis Caputo para incentivar el uso del dólar guardado en el colchón
“Hay un montón de regulaciones que podemos destrabar para hacerle la vida más sencilla a los argentinos”, explicó el Luis Caputo durante su presentación ante los empresarios en AmCham Summit 2025.
Y aseguró que algunas medidas irán “por regulación, y otras requerirán la aprobación de una ley, pero hay que destrabar esto”.
El ministro avanzó así un paso más en los detalles de las medidas que prepara el Gobierno para estimular el uso de dólares fuera del sistema financiero y remarcó que buscará flexibilizar regulaciones para el uso de monedas.
Caputo puntualizó que habrá menos intervención de la agencia de recaudación ARCA, y rechazó en forma rotunda que se trate de un nuevo blanqueo, como el que se aplicó el año pasado, para regularizar sin penalidad o con baja tasa impositiva, los activos no declarados.
Además, dejó en claro que “no es un blanqueo ni es para 100.000 dólares. Es más profundo” y que se trata del “inicio de un nuevo régimen” al plantear que Argentina tiene “un exceso de regulaciones”.
“Este esquema apunta a ganar formalidad, pero no volviendo loca a la gente. Y que organismo regule lo que le corresponde, no todos pidiendo lo mismo varias veces”, explicó.
También dejó en claro que el exceso de regulaciones sirvió para aumentar la informalidad de la economía.
Sacar dólares del colchón: una jugada riesgosa del Gobierno
Con esta apuesta, se busca que entren al sistema una parte de los más de u$s270.000 millones no declarados resguardados en cajas de seguridad, algo que ningún gobierno logró. Para ello, la agencia ARCA quedará imposibilitada de perseguir a quienes traigan sus divisas, según los decretos y resoluciones en los que se trabaja por estas horas.
El gobierno permitirá que esta plata pueda utilizarse para comprar bienes durables, como electrodomésticos o automóviles, inmuebles y, en general, todo tipo de bienes o activos sin restricciones. Esto es, sin tener que justificar ante ARCA el origen de los fondos.
El objetivo es que esas divisas contribuyan a monetizar la economía, en momentos en que el Gobierno dejó de emitir pesos para no alentar la inflación, que en abril habría bajado a una zona inferior al 3% (en CABA fue 2,3%). Caputo explicó que con los billetes existentes no alcanzaría para acompañar la suba esperada de la actividad, que ya es del 6% para este 2025, de acuerdo con proyecciones oficiales.
Ayer, el presidente Javier Milei volvió a dejar en claro que su objetivo es lograr que los miles de millones de dólares que los argentinos guardan fuera del sistema financiero -en cajas de seguridad, propiedades o directamente “bajo el colchón”- ingresen formalmente a la economía. Y lo quiere hacer sin condiciones ni indagaciones: “No me importa en lo más mínimo de dónde se sacaron los dólares”, sentenció.
La idea no es nueva, pero en las últimas semanas cobró fuerza dentro del equipo económico, que trabaja contrarreloj en el diseño de un marco legal que permita implementar el esquema sin violar normativas antilavado ni comprometer el cumplimiento de los acuerdos internacionales que regulan el movimiento de capitales.
Para Milei, el problema no es económico, sino judicial: “La Justicia se tiene que encargar de lo suyo. No hay que mezclar el delito con la economía”, explicó.
Desde su perspectiva, liberar el uso de esos dólares no solo dinamizaría la economía, sino que también permitiría avanzar hacia un sistema con mayor competencia de monedas, una de las banderas estructurales de su gobierno.
“Queremos un sistema donde la gente sea libre de usar su dinero como mejor le parezca”, insistió Milei, y definió el esquema como “una herramienta de libertad”, incluso si eso implica un blanqueo sin pago de impuestos.
Fuente: iprofesional.com