Después de una larga espera, finalmente ha llegado “Amauta”, el tercer libro del poeta monterizo Dardo Solórzano. Nacido en 1983 en la ciudad de Monteros, provincia de Tucumán, Argentina, Solórzano ha creado los textos de narrativa de “Amauta” mientras viajaba como mochilero por Sudamérica.
Un “poeta legítimo” que explora las dimensiones ocultas
Considerado por muchos autores como un “poeta legítimo”, Solórzano trabaja con una emoción alerta, explorando las dimensiones ocultas que laten en su entorno. Adentra en mundos desconocidos y palpita con ellos, descubriendo tiempos y espacios que se desencadenan en la aparente quietud de los seres y las cosas. Sus poemas son detonantes, revelando lo invisible y lo legendario.
Un viaje a través de paisajes metafísicos y terrenales
Dardo Luis recorre América, un continente de paisajes metafísicos y naturaleza terrenal. Los árboles, animales y pájaros lo envuelven en un mundo de maravillas, pero también lo confunden. Los mercados sonoros y sangrientos lo asaltan con su violencia y crudeza.
Solórzano, el poeta del laberinto
Solórzano intenta encontrar su camino en este laberinto, pero se encuentra atrapado en otro. La poesía, con sus imágenes cautivadoras, lo envuelve y lo lleva a un mundo de sueños y fantasía.
Solórzano es un poeta del laberinto. Su obra refleja la complejidad y la riqueza de América, un continente que lo cautivó y lo desconcertó a partes iguales.
Una mirada comprometida con la realidad
En un continente de contrastes, Dardo se mueve con la agilidad de un equilibrista. De un lado, la pobreza, la injusticia y la violencia. Del otro, la belleza, la magia y la esperanza.
Ante la miseria y la desigualdad, Solórzano no puede permanecer impasible. Su indignación se traduce en poemas directos y efusivos, que denuncian la injusticia y claman por la justicia.
Pero Solórzano no es solo un poeta de la indignación. También es un poeta de la maravilla. Sabe apreciar la belleza de la naturaleza, la riqueza de la cultura popular y la fuerza del espíritu humano.
En sus poemas, el monterizo se adentra en las profundidades del alma y del entorno de los desposeídos. Observa las ceremonias populares y se disuelve en ellas, dejando una huella imborrable con sus versos.
El legado de Dardo Solórzano
Todos estos atributos hacen de Dardo Solórzano un nombre que indudablemente se destacará en la mejor poesía de las jóvenes generaciones de la República Argentina. Su enfoque único, su exploración de lo oculto y su compromiso con la realidad lo convierten en un poeta que gravitará con peso propio en el panorama literario. “Amauta” es el testimonio de su talento y su capacidad para conmover a través de las letras.