Vecinos de la zona noreste de la ciudad de Monteros vuelven a quejarse contra la comunidad gitana. En esta ocasión, el tema se relaciona a la acumulación de basura en la vía pública por parte de ellos.
Durante la mañana de hoy, efectivos policiales de Patrulla Motorizada acudieron al llamado de los vecino e intercedieron antes los miembros de comunidad romaní.
Queja
Según expresan, los gitanos cruzan la basura hacia la intersección de calles Perú y ruta nacional 38. “Desde hace unos días comenzaron acumular basura en este sector, luego vienen los perros y desparraman todo”, expresaron. Y agregan, que ya le habrían solicitado que no continuaran arrojando, pero hacen oídos sordos.
De acuerdo a lo señalado, los efectivos policiales dialogaron con los gitanos y le solicitaron que evitaran arrojar basura a la vía pública. Sobre todo, fuera del horario de recolección.
Hartos de los atropellos de los gitanos
Durante el mes de junio, un vecino se mostró molesto por los atropellos de quienes forman parte de la comunidad gitana en Monteros.
Según relataron en aquella oportunidad a EL MONTERIZO, alrededor de las 11:30 del martes 15, cuando estaba en el trabajo y su camioneta estaba estacionado en la calle, tuvo un incidente desagradable con miembros de la comunidad gitana.
“Da la casualidad de que este grupo de personas corta repetidamente las calles y descargan maquinaria pesada”. A pesar de que ya les hemos reclamado y hasta dimos aviso a Tránsito, estas personas hacen lo que quieren”, había sostenido el vecino damnificado.
También agregó que sufrió desgracias. Ese día, descargaron un tractor, embistieron su camioneta y la dañaron, había comentado.
“Por suerte, un cliente que estaba esperando a ser atendido me contó y salí a verificar. Allí, me encontré con el desagradable accidente. Pero no terminó ahí”, señaló.
Además precisó, que “no querían brindar seguros o cosas similares, sosteniendo que el daño no era nada grave, eso podía resolverse en el futuro. Por tal motivo me opuse a que se retiraran del lugar y se llevaran sus vehículos”.
Pero al ver que estaba abarrotado, tuvo que llamar a la policía. Afortunadamente los uniformados de la división de Patrulla Motorizada llegaron rápido y evitaron que los gitanos se fueran. Frente a los policías, los gitanos habían cambiado de opinión y se logró resolver el problema.