InicioMonterosViaje en el tiempo: Los Sitios Arqueológicos de Tucumán

Viaje en el tiempo: Los Sitios Arqueológicos de Tucumán

En Tucumán, no solo podrá disfrutar del aire puro de los cerros y pasear por las calles de la ciudad de la Independencia, sino también experimentará los legados arqueológicos únicos que representan las culturas precolombinas y forma parte de la identidad de la provincia.

Los Valles Calchaquíes fueron el lugar favorito de las antiguas razas y etnias, y aún conservan una rica tradición que nos transporta al pasado y nos hace sentir parte de estas magníficas obras de arte.

Aquí, los turistas podrán conocer los sitios arqueológicos más importantes de Tucumán, sus atractivos, su historia y su increíble legado.

LEE TAMBIEN: «¿Por qué visitar Tucumán?»

¿Se imagina estar frente a pircas, menhires y piedras centenarias con raíces prehispánicas?

Descubre el pasado ancestral de la Ciudad Sagrada de Quilmes, uno de los sitios arqueológicos más impresionantes

David Vargas, referente de la Ciudad Sagrada de los Quilmes: Conocer la historia de los pueblos originarios es muy apasionante, pero también, muy triste | Infocielo

En el año 800 d.C, los Quilmes fueron unos de los asentamientos más destacados de los pueblos Calchaquíes en las Sierras y el cordón Calchaquí. Este poblado indígena alcanzó un gran desarrollo social y económico, llegando a tener 3.000 habitantes en el área urbana y 10.000 en los alrededores en el siglo XVII.

En la falda del cerro, se pueden apreciar las reconstrucciones de la zona residencial de los Quilmes, así como una fortaleza en la cima y dos fortines a los costados sobre la cornisa.

El visitante puede recorrer este complejo acompañado por un guía, donde descubrirá detalles sobre la resistencia aborigen ante el avance español. Los Quilmes se rindieron en 1667, luego de ser trasladados a pie hasta las proximidades de Buenos Aires, donde llegaron solo 400 de los 1.700 sobrevivientes.

Para llegar a la Ciudad Sagrada de Quilmes en vehículo propio, se debe tomar la Ruta Provincial Nº 307 desde Amaicha del Valle y recorrer aproximadamente 15 kilómetros hasta llegar a la Ruta Nacional Nº 40. Luego, continuar 3 kilómetros hacia el norte y tomar un camino de tierra a mano izquierda, que llevará al lugar después de 5 kilómetros.

En caso de no contar con vehículo, se puede contratar una excursión desde San Miguel de Tucumán o tomar un micro hasta Amaicha del Valle y contratar la excursión desde allí, ya que no hay transporte público hasta el lugar.

Recientemente se inauguró el Centro de Interpretación de la Ciudad Sagrada de los Quilmes, construido sobre un edificio preexistente que solía ser un museo y mercado artesanal. Este espacio interpretativo busca transmitir y mantener viva la memoria ancestral de este pueblo originario a través de cuatro salas con recursos visuales, auditivos y táctiles.

LEE TAMBIEN: «Tafí del Valle, una opción para tus vacaciones»

La primera sala ubica al visitante históricamente, recorriendo temas como los orígenes de los Quilmes y su asentamiento en el valle Calchaquí y el río Santa María o Yokavil.

La segunda sala recrea escenas de la vida cotidiana de los Quilmes, mostrando la organización familiar, las viviendas y diversas actividades del pueblo. Se exhiben réplicas de vestimentas, armas, herramientas de labranza, utensilios para la cosecha y preparación de alimentos, elementos religiosos y objetos que ilustran la vida y costumbres de la comunidad.

En la tercera sala, hay un auditorio donde se proyecta un espectáculo audiovisual que resume la historia, geografía y vida social de los Quilmes. Una experiencia que permite vivenciar desde los orígenes del macizo precordillerano de las Cumbres Calchaquíes hasta el destierro de la comunidad.

Ciudad Sagrada de Quilmes - Ente Autárquico Tucumán Turismo

La cuarta sala exhibe el valioso legado patrimonial de objetos y diseños originales de la cultura Quilmes a través de vitrinas y muros.

Por último, hay dos espacios dedicados al día y la noche, y su significado en la vida de este pueblo. Una “línea del tiempo” narra la historia del valle Calchaquí y la Nación Quilmes, desde su llegada hasta su trágico cautiverio y peregrinación.

En la última parte del recorrido, los visitantes podrán observar un laboratorio donde se estudian piezas arqueológicas.

La Ciudad Sagrada de Quilmes es uno de los principales sitios arqueológicos visitados por los turistas.

Piedra Pintada, un viaje fascinante a través del arte ancestral y el misterio

Piedra Pintada - Ente Autárquico Tucumán Turismo

Piedra Pintada es una gran roca situada a solo una hora y media a pie desde el centro de San Pedro de Colalao. Es una reliquia valiosa de la villa, ubicada entre ríos y cerros, en una meseta rodeada de vegetación.

Esta piedra impresionante tiene una longitud de 3 metros, un ancho de 2,30 metros y una altura de más de 1,50 metros, enterrada a unos 2 metros por debajo del nivel del terreno. Lo que vuelve a Piedra Pintada uno de los principales sitios arqueológicos de la provincia.

No solo su tamaño captura la atención de quienes la conocen, sino que también presenta 45 figuras talladas en sus caras laterales, mostrando contornos de aves y otros animales. Aunque el significado de estas figuras es desconocido, se cree que están relacionadas con cultos a la fertilidad y las cosechas.

LEE TAMBIEN: «Campo de las Azucenas, un paraíso oculto en Monteros»

Se recomienda realizar este paseo acompañado de un guía local, ya que en el camino se atraviesa el río Tipa más de una vez.

Viaja en el tiempo con las impresionantes Ruinas de San José de Lules

Un nuevo guión para recorrer la historia en las Ruinas de Lules

Las Ruinas de San José de Lules son Monumento Histórico Nacional desde 1944, testigo de la conquista española y lugar donde los jesuitas cultivaron la caña de azúcar.

La formación consta de una antigua capilla y un convento fundados en 1670 por la Compañía de Jesús. En su interior se encuentran los dormitorios, el almacén, los talleres y el colegio donde los indios Lules estudiaban. Además, aquí se estableció el primer colegio público de Argentina. Hoy en día, el museo se encuentra en la antigua sacristía.

Pero eso no es todo, ya que este lugar fue utilizado por Manuel Belgrano y José de San Martín durante las guerras de Independencia. Lo que lo vuelve este lugar uno de los sitios arqueológicos más interesantes de Tucumán.

LEE TAMBIEN: «¿Qué hacer en El Cadillal?»

La visita a San José de Lules se puede hacer de diversas maneras ya que su acceso es muy sencillo. Si el visitante prefiere ir por su cuenta, podrá llegar desde la ciudad capital a través de la Ruta Provincial Nº 301, recorriendo aproximadamente 18 kilómetros antes de encontrar el acceso a la ciudad de Lules.

Explora la belleza ancestral en el Museo a cielo abierto Los Menhires

Museo Arqueológico a cielo abierto Los Menhires - Ente Autárquico Tucumán Turismo

En El Mollar, un escenario de valles y quebradas que relajan los sentidos, los Menhires ya se han convertido en un atractivo turístico clásico. Al recorrer la Reserva Arqueológica, se pueden observar alrededor de cincuenta piedras que datan de hace más de 2000 años, alcanzando hasta tres metros de altura y un peso de hasta 4 toneladas.

Estas piedras son un apasionante legado arqueológico de las razas primitivas.La palabra menhir, de origen celta, significa “piedra larga”, aunque sería más adecuado utilizar el término quechua “huanca” o “wanka”. Estos términos se refieren a los indígenas como protectores y propiciadores de los cultivos y el ganado.

Desafortunadamente, los menhires fueron trasladados varias veces, lo cual perjudicó su estudio y protección, ya que no se pudo registrar toda la información necesaria para interpretar su significado. Sin embargo, se cree que para las razas primitivas eran monumentos dedicados al culto de la fecundidad.

LEE TAMBIEN: «La Ruta del Vino en Tucumán, una Experiencia Única»

Estas piedras fueron talladas en roca metamórfica, con inclusiones de cuarzo y granito en algunas de ellas, materiales comunes en todo el valle. Las formas representadas en los menhires son sorprendentes: rostros humanos, animales especialmente felinos, formas geométricas o combinaciones de diferentes tipos.

Algunos menhires insinúan la forma fálica de manera más evidente que otros. Los documentos más antiguos relacionados con el área andina los asocian con prácticas propiciatorias de la vida y con el ancestro Huanta y los primeros asentamientos en los valles.

La Reserva se encuentra frente a la Plaza Principal de El Mollar, por lo que llegar hasta allí es muy fácil. A este lugar se puede llegar en vehículo particular o en micros que salen desde la terminal de ómnibus de la capital.

Si visitas Tucumán, no puedes perderte de visitar uno de los sitios arqueológicos más increíble de la región.

Sumérgete en la magia de las Ruinas La Ciudacita

Un paseo por el Parque Nacional Campo de los Alisos

Según estudios realizados, las ruinas en el extremo sur del imperio incaico consisten en recintos construidos en forma escalonada sobre el filo.

El campo ceremonial rectangular, llamado “Kalasasaya” en el lenguaje incaico, tiene dimensiones de 40 metros de ancho por 60 metros de largo. Destaca el impresionante tamaño de la superficie y la calidad del trabajo realizado con piedras lajas de color grisáceo. Las pircas tienen una altura de un metro y presentan daños causados por el paso del tiempo y la acción de guanacos y otros mamíferos.

Hacia el este, se puede acceder a otro grupo de recintos y luego el camino continúa ascendiendo hacia el oeste en dirección al Portezuelo de Los Campos Colorados, que tiene una altura casi igual a la de las ruinas. Después de pasar por este punto, el camino desciende en dirección a Ampajango, en la provincia de Catamarca.

Es claro que estas construcciones fueron realizadas para establecer relaciones con las personas de las tierras bajas, ya que desde este lugar se tiene una vista abierta de la zona donde nace el sol.

Por su técnica constructiva, estas ruinas están relacionadas directamente con las ruinas de la antigua Fortaleza del Campo Pucará, en el Valle de Las Estancias. Estas poblaciones fueron abandonadas a mediados del siglo XVII, al finalizar la segunda guerra calchaquí. Los conquistadores españoles utilizaron cabalgatas para desplazar a la población indígena y obligarla a trabajar en la agricultura en las encomiendas del bajo tucumano.

LEE TAMBIEN: «La Ruta de la Fe en Tucumán: “Descubriendo la Historia y la Devoción”»

Las ruinas forman parte del Parque Nacional Aconquija, ubicado al sur de la provincia. Para visitarlas, es necesario contar con la compañía de guías especializados en actividades de montañismo. Puede obtener información sobre los proveedores autorizados en: PRESTADORES

Para más información de este lugar o para notificar su llegada, uno de los sitios arqueológicos impresionantes de Tucumán, puede ponerse en contacto directamente con la administración del Parque Nacional.

Contacto: (03865) 15405985 / (03865) 15405987

Email: [email protected]

Adéntrate en las maravillas arqueológicas de las Ruinas de Condorhuasi

Ruinas de Condorhuasi (El Pinchao)

En medio de la naturaleza, específicamente entre los colores verde, azul y marrón de los valles, el cielo y el suelo respectivamente, el turista quedará impactado por la historia de las Ruinas de Condorhuasi.

Estas ruinas se encuentran ubicadas en El Pichao, a 8 kilómetros de Colalao del Valle y fueron el refugio de algunos aborígenes después de la conquista de los indios Quilmes por parte de los españoles en 1667. Además, antes de este acontecimiento, el sitio fue habitado por grupos indígenas dedicados a la agricultura y la ganadería alrededor del año 1000 al 1500.

Es posible recorrer la parte central de las ruinas, la cual cuenta con terrazas de cultivo, sistemas de irrigación y estructuras habitacionales construidas en piedra, similares a las de los Quilmes. Esto sugiere que también fueron un pueblo avanzado en términos de desarrollo.

LEE TAMBIEN: «San Pedro de Colalao, un lugar mágico en Tucumán»

Otro paseo interesante son los cementerios, en los cuales el visitante podrá conocer datos curiosos, como por ejemplo, que los adultos eran enterrados en cestas de piedra cubiertas por una losa plana, mientras que los niños eran inhumados en urnas de alfarería.

Para llegar a este lugar, es necesario realizar una caminata de aproximadamente 300 metros a lo largo del río El Pichao, donde se podrán descubrir estos vestigios arqueológicos.

Las Ruinas de Ibatín, vestigios arqueológicos de la primera fundación de Tucumán

RUINAS DE IBATIN
RUINAS DE IBATIN. FOTO / ENTE CULTURA DE TUCUMAN

Los “Campos de Ibatín” fueron el primer asentamiento de San Miguel de Tucumán, fundada el 31 de mayo de 1565 por Diego de Villarroel.

Las ruinas son una reserva arqueológica valiosa que conserva vestigios de la primera fundación de la ciudad. Se encuentran a 8 km al oeste de la Ruta 38, en León Rougés, a unos 64 km de la capital provincial, cerca del río Pueblo Viejo en la salida sureste de la Quebrada del Portugués.

Los remises para visitar el sitio salen de la Terminal de Ómnibus de Monteros o de León Rougés. El costo del viaje se acuerda directamente con el conductor según la cantidad de pasajeros.

Hay guías disponibles todos los días de 10 a 15 hs, excepto los lunes. Sin embargo, fuera de esos días y horarios, se puede ingresar al sitio y recorrerlo libremente. Se recomienda traer comida, ya que no hay restaurantes ni puestos de venta de alimentos o bebidas en el lugar.

LEE TAMBIEN: «“El Indio”, Corredor Turístico de Monteros»

Historia de uno de los lugares arqueológicos importantes de Argentina

Un plan para salvar a Ibatín está en marcha
IBATIN. FOTO / LA GACETA

El asentamiento fue fundado por Diego de Villarroel el 31 de mayo de 1565. Los conquistadores tenían como objetivo establecer una ciudad estratégica que se uniera a otras urbes. Con el tiempo, se creó una ruta comercial que se extendía desde el Alto Perú hasta el Río de la Plata.

Los “Campos de Ibatín” fueron habitados por comunidades originarias de los pueblos diaguitas, lules y toconotés. Luego, los criollos, encomenderos y mercaderes se sintieron atraídos por la fertilidad de las tierras y desarrollaron una próspera producción agropecuaria. Además, se fabricaban carretas de alta calidad con los bosques de cedro, nogal, algarrobo, roble y lapacho presentes en la zona, las cuales se comercializaban en todo el Virreinato.

Sin embargo, la ciudad comenzó a decaer después de 120 años de su fundación debido a las Guerras Calchaquíes, las inundaciones, la mala calidad del agua y el paludismo. En 1685, durante el gobierno de Fernando de Mendoza y Mate de Luna, la ciudad fue trasladada a su ubicación actual.

En 1944, se expropiaron 100 hectáreas de la Estancia “La Florida” para preservar el sitio histórico. En 1965, se realizaron las primeras excavaciones, donde se descubrieron cimientos de piedra del Cabildo, la Iglesia Matriz, iglesias franciscanas, jesuitas y mercedarias, junto con diversos utensilios de la época. Estas ruinas se encuentran cerca de la antigua Plaza Mayor.

En ese mismo año, se creó el Parque Provincial Ibatín, que protege el sitio de la primera fundación de San Miguel de Tucumán y es considerado uno de los sitios arqueológicos más importantes de Sudamérica en el periodo del “Colonial Temprano”.

Más Noticias

También puede interesarte