La “Ruta del Vino de Tucumán” invita al turista a sumergirse en la zona vitivinícola de esta región argentina, explorando sus bodegas y viñedos.
Este fascinante circuito se encuentra unificado por la Ruta Nacional 40 y la Ruta Provincial 307, y ofrece visitas a diversas bodegas que representan diferentes tipologías, desde productores caseros y artesanales hasta industriales. Además, también se incluye la visita a la primera bodega comunitaria del país.
En un recorrido de aproximadamente 100 km, los turistas tienen la oportunidad de conocer los procesos productivos vitivinícolas en todas sus etapas, desde el cultivo de las uvas hasta la producción y embotellado del vino.
Asimismo, se ofrecen degustaciones de vinos de altura, característicos de esta región, que se encuentra a gran altitud. Además, el itinerario incluye la visita a sitios arqueológico-culturales que son verdaderos tesoros heredados de los antiguos habitantes de la zona, como las Ruinas de Condor Huasi, el Pichao, la Ciudad Sagrada de Quilmes y Talapazo. Para completar la experiencia, se puede disfrutar de la gastronomía típica local y adquirir artesanías regionales.
La zona vitivinícola de Tucumán se encuentra en el corazón del imponente Valle Calchaquí. Con un clima frío en invierno, caluroso en verano y predominantemente seco, esta región se ve favorecida por una alta exposición al sol, con 350 días soleados al año y suaves vientos permanentes que van de norte a sur.
El suelo es franco arenoso a pedregoso, permeable, suelto, limpio y profundo en toda su extensión, alcalino pero no salino. Es importante destacar que esta zona de producción vitivinícola se encuentra entre las más altas del mundo.
La belleza natural de los paisajes de la zona vitivinícola de Tucumán es extraordinaria y contrastante, lo que la convierte en un destino turístico sumamente atractivo. Además de su entorno natural, la región cuenta con una rica historia cultural que combina la herencia aborigen con el legado colonial español y jesuítico.
El Vino del Tucumán.
Agrupa a los productores de la región y potencia el carácter distintivo de los vinos calchaquíes. Los viñedos en el valle se han plantado desde finales del siglo XVI, y desde finales del siglo XIX se elaboran vinos para el mercado. La tradición vitivinícola en los Valles Calchaquíes tiene más de 130 años.
En los viñedos de Tucumán se trabaja bajo la modalidad orgánica, utilizando abonos naturales como guano y aportes de orujo. El riego se realiza por goteo, utilizando aguas superficiales provenientes de las altas montañas y pozos profundos.
La “Ruta del Vino de Tucumán” es una experiencia turística única que permite a los visitantes tener un contacto directo con los productores y el territorio. A través de la degustación de vinos, la exploración de los viñedos y la inmersión en la cultura local, los turistas pueden apreciar y disfrutar de la pasión y el esfuerzo que los viticultores ponen en la producción de vinos de alta calidad en esta región del norte argentino.