Martinelli parte a Nicaragua tras un año refugiado en su embajada

El expresidente panameño, Ricardo Martinelli, logró viajar este lunes a Managua, la capital del país cuya embajada le otorgó asilo para evadir su condena por compra irregular de medios, gracias a un salvoconducto otorgado el jueves por el Gobierno de Panamá.

Martinelli, un magnate de 73 años que gobernó Panamá entre 2009 y 2014, abandonó al mediodía la sede diplomática al norte de la capital, acompañado por colaboradores y funcionarios de la embajada, tras más de un año de refugio.

La embajada le asiló el 7 de febrero de 2024, cinco días después de recibir una condena de diez años y ocho meses de prisión, además de una multa de 19 millones de dólares, por la compra de medios con fondos públicos en el caso “New Business”.

Su salida coincide con el vencimiento del salvoconducto que le otorgó el jueves el Gobierno de José Raúl Mulino, quien, a pesar de su cercanía con Martinelli, reprochó reiteradamente su activismo político durante su asilo.

El canciller panameño, Javier Martínez-Acha, sorprendió al anunciar que el gobierno concedía el salvoconducto, válido entre el 27 y el 31 de marzo, por razones “humanitarias”. Mientras que el Ejecutivo sostiene que el permiso busca permitirle “defenderse en libertad y atender problemas de salud”, una parte de la población panameña lo consideró un triunfo de la impunidad.

Además de ser hallado culpable de adquisición irregular de medios, Martinelli enfrenta otro juicio en noviembre por presuntamente recibir sobornos de Odebrecht, caso que ya llevó a prisión a sus hijos en Estados Unidos, país que prohibió el ingreso a toda su familia.

Martinelli despierta pasiones encontradas en Panamá, donde el domingo se abrió una controversia en torno a una solicitud judicial para que Interpol emita una alerta roja en su contra, aunque el gobierno aseguró que el asilo le protegía de la misma.

Antes de refugiarse, Martinelli lideraba las encuestas para las elecciones presidenciales de mayo de 2024, pero fué inhabilitado judicialmente y su partido designó en su lugar a Mulino. Desde la embajada, Martinelli hizo campaña activa por su sucesor y mantuvo una presencia mediática constante. Recibió visitas de políticos aliados y difundió videos de su vida en el refugio, desde asados hasta citas con el dentista.

Sus fotos recostado en una hamaca o entre las burbujas de un jacuzzi se viralizaron en Panamá. Incluso su perro Bruno, que lo acompañará a Nicaragua, disfrutó de una embajada ampliada y acondicionada especialmente para él.

Tras dejar la presidencia en 2014, Martinelli se juramentó en el Parlamento Centroamericano, pese a haberlo llamado una “cueva de ladrones” que brinda inmunidad a expresidentes en el pasado.

En 2015 se instaló en Miami hasta que en 2018 fue extraditado por espionaje político y encarcelado. En 2019 obtuvo arresto domiciliario y, tras un nuevo juicio, fue absuelto en 2021. Expertos consideran que en el caso Odebrecht podría ser juzgado en ausencia.

Bajo el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Nicaragua ha dado refugio a varios políticos acusados de corrupción, como los expresidentes salvadoreños Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén.

Fuente: pagina12.com.ar

Más Leídas

Temas en esta nota:

Más sobre:

También puede interesarte