Indignante Ataque en la Zona Norte: Degenerado Persigue y Manosea a Ciclista en Tucumán

Un estremecedor relato de acoso y abuso sacudió las redes sociales y generó profunda indignación en la comunidad tucumana. Celeste Esmail, una joven de la capital, compartió a través de su cuenta de Facebook la terrible experiencia que vivió anoche en la zona norte de la ciudad, cuando fue atacada y manoseada por un individuo que la persiguió en moto durante varias cuadras.

De acuerdo a lo consignado por Contexto Tucumán y según el desgarrador testimonio de Celeste, el incidente ocurrió alrededor de las 20:10 horas cuando regresaba de su trabajo en bicicleta.

Un sujeto que conducía una moto grande de color negro, sin guiños ni espejos, comenzó a seguirla desde el semáforo ubicado en la esquina del Jardín Querubines (Colombia y Bulnes), profiriéndole obscenidades de manera insistente.

Ante el insulto de la joven, el agresor escaló su violencia verbal, amenazándola con “agarrarla” y “cog.rla”, sembrando el terror en la víctima.

Brutal Agresión Física y Manoseo Desenfrenado

La pesadilla de Celeste no terminó con las amenazas. Unas cuadras más adelante, antes de llegar a la esquina de Manuel Estrada, el degenerado la agredió físicamente propinándole un golpe en la cola, lo que provocó que perdiera la estabilidad y cayera de su bicicleta.

Aprovechando la vulnerabilidad de la joven, el agresor se bajó de la moto y comenzó a manosearla “todo lo que pudo”, según relata la víctima con profundo asco y bronca. Celeste describe cómo el sujeto la tocó por todo el cuerpo sin intención de robarle nada, evidenciando una clara motivación de índole sexual y vejatoria.

Paralizada por el Miedo y la Desesperación de los Gritos

En un momento de shock y parálisis, Celeste logró reaccionar y comenzó a gritar desesperadamente en busca de ayuda. Sin embargo, lamentablemente, nadie salió en su auxilio. A pesar de sus gritos y de intentar defenderse pateando al agresor, no lograba que se apartara de ella.

Finalmente, ante la insistencia de los gritos de la víctima, el depravado se detuvo, riéndose de la atrocidad que acababa de cometer, y se marchó del lugar como si nada hubiera ocurrido, dejando a Celeste sumida en el terror y la impotencia.

Descripción del Agresor y Conexión con Otro Intento de Abuso

Celeste pudo observar que este despreciable individuo vestía una campera de color negro o azul con reflectores grises en los hombros. Tras el ataque, la joven se dirigió a la comisaría para radicar la denuncia.

Lo más alarmante y preocupante es que, mientras Celeste se encontraba en la dependencia policial, llegó otra joven, mucho más chica que ella, para denunciar un hecho similar. Esta menor relató que tres sujetos, uno de ellos con características similares al agresor de Celeste, intentaron subirla a la moto con intenciones aún más oscuras.

Impotencia y Desprotección Ante la Inseguridad

En su valiente y crudo relato, Celeste expresa la profunda impotencia y el sentimiento de desprotección que sufren las mujeres ante este tipo de violencia. “Una impotencia saber que estamos así de desprotegidas y que no podes circular en paz”, manifestó la joven, deseándole “lo peor del mundo a ese ser tan asqueroso”.

Celeste finaliza su publicación con un llamado a la conciencia y a la precaución: “Hoy me tocó y agradezco que no fue algo peor, porque solo a unas cuadras de donde sucedió hay un descampado donde me podría haber llevado, lloro de la bronca esta gente así no tiene que existir. […] chicas cuidense mucho”.

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