La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, lamentó el fallecimiento del papa Francisco y dijo que para ella “era un hermano menor”.
“Para mí era como un hermano menor, tengo fotos del brazo de él como si fuera mi hermano, porque así lo sentía yo. Lo he querido tanto, lo he apreciado tanto. Era una persona sana, buena, generosa, todas esas condiciones que tiene que tener quien está a cargo de la iglesia católica”, manifestó la dirigente de DD.HH. en diálogo con Radio Splendid.
Y agregó: “Qué lástima porque no va a haber otro igual. Lo que hay que hacer es no olvidarlo. Que los que vayan a ocupar el poder que él tenía sepan que queremos Papas así. Se nos va una persona valiosísima, no habrá otro así como como él” .
“La vida continua, pero yo estoy muy triste. Es una noticia muy tiste que tenemos que sobrellevar”, expresó.
Comunicado de Abuelas de Plaza de Mayo por la muerte de Francisco
Desde Abuelas de Plaza de Mayo expresamos nuestra más profunda tristeza por el fallecimiento del Papa Francisco, un defensor de la justicia social y de los derechos humanos.
Tras su asunción, mantuvimos varios encuentros con él en el Vaticano en los que le solicitamos su colaboración en la búsqueda de nietos y la apertura de archivos de la Iglesia con información sobre desaparecidos.
El Papa Francisco siempre nos manifestó su apoyo e intercedió para ello, generando un proceso de reflexión al interior de la Iglesia, como nunca antes, respecto al papel de la jerarquía católica durante la última dictadura cívico-militar argentina.
A partir de su investidura, en 2013, todas las víctimas y los oprimidos del mundo encontraron en Francisco un dignatario que los representó y que luchó, hasta su último aliento, por la equidad, la compasión y el respeto mutuo.
Era un hombre del pueblo, pleno de humanidad, compasivo, reservado, de declaraciones precisas, cuyo mensaje de amor y de rebeldía –“¡Hagan lío!”– debería marcarnos el rumbo en estos tiempos de odio y crueldad.
Queremos destacar su respeto por las diferencias, su permanente preocupación por nuestra “casa común”, sus gestos y sus acciones (de los que se conoce sólo una pequeña parte), su sabiduría sencilla, y su afán por renovar la institución católica y volver a convertirla en una religión de puertas abiertas, sobre todo para la juventud.
A medida que pasen los días y los años, la figura de Francisco irá tomando cada vez más dimensión, como suele ocurrir con la historia, que va poniendo las cosas en su debido lugar.
La presidenta de nuestra Asociación, Estela de Carlotto, ha afirmado que sentía a Francisco como un hermano, y así se siente ahora su partida. Se nos fue un hermano, un compatriota al que le tocó asumir una responsabilidad extraordinaria y superó sobradamente cualquier expectativa.
Hoy se ha ido el Papa de los pobres, de los de abajo. A los que seguimos aquí nos corresponde mantener su palabra y su ejemplo vivos. ¡Hasta siempre, hermano Francisco!
Fuente: minutouno.com