Murió Egar Murillo, destacado pintor mendocino

El artista visual Egar Murillo falleció este viernes en el Hospital Central, donde se encontraba internado hace un tiempo y estaba cursando una grave enfermedad. El pintor mendocino es uno de los más reconocidos y recibió el Premio Nacional a la Trayectoria Artística del Salón Nacional de Artes Visuales.

Incluso, estaba previsto que este sábado, el también escritor, participara del ciclo “Cosecha de artistas”, que anualmente organiza la bodega Santa Julia, evento que se suspendió por su muerte.

La trayectoria de Egar Murillo

Nació en 1957 en Jujuy y al año siguiente su familia se mudó a Guaymallén, Mendoza donde se crió e hizo su carrera. Murió hoy en el Hospital Central, donde se encontraba internado, cursando una grave enfermedad, al cuidado de su mujer, la fotógrafa Sabrina Kadiajh, su familia y su círculo íntimo conformado, entre otros, por los artistas Daniel Bernal, Tachuela y Francisco Luco.

Murillo deja la originalidad y potencia de una vasta obra, el impacto visual y la repercusión física que genera su pintura; y el ejemplo de una vida dedicada al arte; (nos) deja el recuerdo de su calidez humana, su generosidad a la hora de compartir consejos e ideas sobre el arte y la vida del artista.

Pintura, grabado, dibujo, fotografía, objetos e instalaciones son algunas de las disciplinas que Murillo —Segundo Premio en pintura del Salón Nacional de Arte Visuales, Palais de Glace (2012)— abordó desde mediados de los 80 del siglo pasado, encabezando una generación de artistas locales entre los que se destacan Eduardo Hoffmann, Daniel Bernal, Bernardo Rodríguez, Carlos Sisinni y Marcelo Navarro, con quienes se inició en la Facultad de Arte y Diseño de la UNCuyo y fueron sus amigos durante toda su vida.

Egar fue uno de los agitadores de la movida del rock mendocino en su época dorada: entonces se lo conoció como “el quinto Mengele”, por su contribución “gráfica-ideológica” a la banda punk Kinder Videla Mengele, conformada por su hermanos, Mito (voz) y Punko (batería), Edgardo “Negro” Guerra (guitarra) y Fabián Cardoza (bajo).

En 2023 publicó dos libros: uno que reunió sus poemas, PMS PRSNTS (Fractura ediciones); y Kinder Videla Mengele, gráficas de Egar Murillo (Impar Editorial Fanzinera).

Ese mismo año, ya recuperado de una trasplante de médula espinal que le realizaron durante la pandemia del Covid-19, el Ministerio de Cultura de la Nación le otorgó el Premio a la Trayectoria del Salón Nacional de Artes Visuales 2023, convirtiéndose en el segundo mendocino en recibir este galardón que en 2018 había caído en manos del maestro Carlos Alonso.

“En perspectiva, veo un trabajo coherente porque no me he corrido de los ideales artísticos y de vida que me planteé en mi juventud. Creo más que nunca en la persistencia en el trabajo y en la trascendencia de mi obra, que son mis ideas”, apuntó tras recibir la distinción.

Desde su primera muestra, en 1988 en el Hotel Aconcagua, hasta su etapa de artista “recolector” que arranca tras la crisis del 2001, Murillo siempre se consideró un artista “contemporáneo” que supo releer las vanguardias y sostener planteos críticos sobre la sociedad y el sistema que deja en soledad al individuo.

Entre las estrategias y dispositivos utilizados por el artista, se destacan entre sus últimas producciones sus icónicas obras con “tapitas” —cuadros realizados con tapas de gaseosas a modos de píxeles de color— en las que se contraponen la sociedad de consumo y la tecnología a la vitalidad de lo artesanal, al tiempo que se resignifican las figuras de personajes como el Papa Francisco o El Che Guevara.

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Fuente: minutouno.com

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