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Rusia acelera la represión y crecen las dudas sobre la causa de la muerte de Navalny

PARÍS.– ¿Dónde está el cuerpo de Alexei Navalny? Es la pregunta sin respuesta que se hace el planeta, después que la madre del opositor ruso que murió el viernes y sus representantes legales anunciaron que su cadáver no se hallaba en la morgue que las autoridades penitenciarias les habían indicado. El mundo entero adivina, sin embargo, las razones de esa desaparición, mientras el Kremlin multiplica la represión contra los simpatizantes del fallecido disidente, con por lo menos 350 arrestos en 30 ciudades.

“Es evidente que los asesinos quieren cubrir los rastros. Por eso no nos entregan el cuerpo de Alexei y se lo ocultan a su madre”, estima el equipo del principal opositor de Vladimir Putin, muerto en circunstancias misteriosas en la prisión de alta seguridad IK-3 del Ártico ruso, donde purgaba una pena de 19 años acusado por el régimen de “terrorismo”.

Este hecho no parece turbar para nada la aparente tranquilidad del Kremlin. Ni la inmediata condena internacional de los líderes occidentales o de los principales opositores políticos al régimen ruso. Todos, sin excepción, culparon a Moscú al calificar esa muerte de “signo suplementario de la brutalidad de Putin”. El sábado los ministros de Relaciones Exteriores del G-7 reunidos en la Conferencia para la Seguridad de Múnich lanzaron un llamado a Rusia para que haga “toda la luz” sobre las circunstancias de la muerte de Navalny.

Después de haber desafiado con humor y estoicismo al autócrata del Kremlin durante décadas, la muerte de Navalny representa un revés durísimo para el dividido movimiento prodemocrático ruso, que prácticamente dejó de existir en 2022 tras la invasión de Ucrania.

No obstante, en Rusia no faltaron las demostraciones de indignación, reprimidas rápidamente por el régimen, que esta vez parece decidido a no tolerar ningún gesto de oposición. Según la ONG OVD-Info, unas 350 personas fueron detenidas, mientras múltiples equipos municipales se ocupaban de hacer desaparecer en forma inmediata ramos de flores y mensajes anónimos depositados en plazas y monumentos urbanos en honor del opositor muerto.

Los rusos en el exilio también manifestaron su indignación en todas las ciudades europeas, sumándose a nutridas manifestaciones de protesta por la muerte de Navalny.

Según las autoridades penitenciarias rusas (FSIN), Navalny murió el viernes poco después de descompensarse tras su paseo cotidiano Pero, debido a la multiplicación de respuestas contradictorias recibidas sobre las supuestas causas de la muerte y el destino de su cuerpo, las dudas sobre lo que realmente sucedió con Navalny fueron en aumento a medida que pasaron las horas.

Un familia de Navalny acompaña a la madre del líder, Lyudmila Navalnaya durante una visita al penal (Photo by Natalia KOLESNIKOVA / AFP)NATALIA KOLESNIKOVA� – AFP�
“Apenas conocida la noticia de la muerte, su madre, Ludmila Navalnaya, y su abogado llegaron [el viernes] a la colonia IK-3, en el círculo polar ruso, donde un empleado les dijo que el cuerpo se hallaba en la morgue de Salekhard –a unos 60 kilómetros de la prisión–, adonde había sido transportado por los expertos del Comité de Investigación (IC) ruso”, explicó Kira Yarmysh, vocera oficial del opositor. Las autoridades penitenciarias también le afirmaron que la muerte había sido provocada por un “síndrome de muerte súbita”, mientras que otro de los abogados del disidente recibía otra versión: la causa del fallecimiento aún no había sido establecida y un nuevo examen histológico acababa de ser practicado.

Según los expertos, con un segundo examen histológico los investigadores rusos pueden conservar el cuerpo “todo un mes”.

“La apertura de esa investigación permite a las autoridades no entregar legalmente el cuerpo de Navalny a sus allegados durante 30 días. No obstante, los restos pueden ser entregados a la familia si el organismo que realiza la investigación da su autorización”, señaló Eva Levenberg, abogada de derechos humanos en OVD-Info, con un dejo de ironía.

“Nos dijeron que los resultados deberían estar listos la semana próxima. Pero es obvio que están mintiendo y haciendo todo lo posible para no tener que entregarnos el cuerpo de Alexis”, dijo a la prensa la vocera de Navalny, que agregó que el IC aseguró que los restos del opositor no serán entregados a la familia antes de completar la investigación.

Para agregar a la confusión, al mismo tiempo, los abogados también fueron informados de que “la investigación había terminado y que nada criminal había podido ser establecido”, agregó Yarmysh. “Mienten en todo, nos quieren hacer perder en círculos viciosos para ocultar sus rastros”, denunció.

El segundo episodio de la jornada pareció confirmar esa teoría. Sucedió cuando el abogado y la madre de Navalny se presentaron en la morgue de Salekhard, ciudad de la región ártica rusa, y la encontraron cerrada. Cuando llamaron al número que figuraba en la puerta, alguien les aseguró que eran la séptima persona que llamaba, pero que el cuerpo de Navalny no estaba allí.

“Navalny fue asesinado. Exigimos que su cuerpo sea entregado inmediatamente a su familia”, escribió Yarmysh en X. Pero ¿de qué murió realmente Navalny? Probablemente, nunca se sepa. Las primeras versiones, adelantadas por el régimen, fueron inmediatamente descartadas.

La primera de ellas fue analizada en forma anónima por un médico que trabaja cerca de la prisión donde estaba Navalny. “Los servicios de ambulancia más cercanos a esa colonia penitenciaria están a 35 kilómetros. Si el paciente estaba en una auténtica urgencia vital, para el tiempo en que llegaron ya estaba muerto”, señaló al sitio Mediazona.

Otros medios estatales fueron aun más lejos, al afirmar que Navalny murió debido a una trombosis, sin dar más detalles. Sin embargo, a juicio de Anna Keretnikova, oficial responsable de controlar los centros de detención en Moscú, se trata de una versión que “debería ser tomada con pinzas”. Según su experiencia, la “trombosis” es el argumento más común usado en casos letales que las autoridades no tienen intenciones de investigar.

Quedan pues las especulaciones. ¿Acaso Navalny fue envenenado? ¿Murió como consecuencia de los maltratos? ¿Fue torturado? Imposible saberlo. Desde el viernes, como respuesta a la presión internacional, el Kremlin multiplicó sus declaraciones, al considerar “inaceptable” que otros países “interfieran en los asuntos internos” rusos.

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Conocé The Trust ProjectFuente: lanacion.com.ar

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