Desde hace dos años, los vecinos de la localidad de Río Seco, departamento Monteros, sufren la pérdida de uno de sus puentes. Mismo, que les permitía comunicarse con otros puntos del sur tucumano.
Esto sucede porque, en enero de 2020, una inundación arrastró la estructura metálica del viaducto sobre el río Seco, que servía como entrada y salida alternativa hacia la comuna.
El único puente en las inmediaciones ahora, es la de la antigua traza de la Ruta Nacional 38. Otra opción de salida es la nueva ruta que se encuentra distante, a la que se puede acceder desde la ciudad de Monteros.
Por eso, según La Gaceta, el cruce del puente Río Seco se ha convertido en un verdadero “cuello de botella”, con embotellamientos generalizados y que se agravan en época de zafra. Los siniestros viales son cada vez más frecuentes.
Según habría sostenido el vecino Luis Juárez: “Viajar en moto o bicicleta supone un gran peligro. Son las principales víctimas de los accidentes de tránsito. El puente metálico les servía a los habitantes del pueblo, para evitar atravesar el puente que quedó en pie, que incluso hubo un tiempo en que corrió peligro de ser destruido por las crecientes. En caso de que alguna vez esto suceda, deberán de ir a dar la vuelta por Monteros”.