Si bien el “chip sexual” libera Testosterona esta cápsula no está vinculada exclusivamente con el deseo sexual, se lo llama así solamente con fines publicitarios.
Es una pastilla que contiene en su interior una forma sintetizada de dicha hormona que, con un anestésico local y una pequeña incisión en la piel de la cadera, cintura o brazo, se implanta en el tejido celular subcutáneo, es decir la parte grasa de la piel hasta que luego de 6 meses se reabsorbe y ya no libera más la hormona.
“Al liberar Testosterona por unos meses, la persona vuelve a sentir mayor energía, mejoría en el sueño, en la dieta, poco agotamiento físico y mejoras en su apetito sexual. Cuando el implante se agota, hay que realizar uno nuevo y así sucesivamente”, explica la doctora Beatriz Literat, Médica Sexóloga Clínica, Ginecóloga y Educadora Sexual (MN°50294).
Y aclara: “Las asociaciones medicas de USA recomiendan no trivializar el uso del implante solamente con objetivos estéticos (recuperar la masa muscular atlética de años previos) o exclusivamente sexuales, ya que se han visto efectos secundarios en muchas personas portadoras del implante, tales como aumento del vello facial, trastornos digestivos y otros. De hecho, lo contraindican en personas que podrían tener riesgo de cáncer de próstata y de mama”.
Por lo tanto, este tipo de implantes debe ser utilizado por indicación médica, por ejemplo cuando existe una disminución de Testosterona en el organismo, produciendo trastornos metabólicos, disminución de la masa muscular y aumento de la masa grasa corporal, infertilidad e impotencia sexual, según advierten la asociación médica americana de urología y la de ginecología.
También puede ser aplicado en casos de andropausia y menopausia, ya que la disminución hormonal que se produce en estas etapas de la vida genera los trastornos mencionados anteriormente, a una edad en que la expectativa de vida todavía es larga.
“Como existe mucho comercio en esto y la banalización de su uso, hay que saber que en Argentina el implante aun no está autorizado por ANMAT, y que el contenido hormonal de la cápsula debe estar controlado y certificado, ya que podrían ocurrir trastornos en la salud como consecuencia de sustancias no reglamentadas adecuadamente”, alertó, por último, Literat.