La Unión de Tranviarios Automotor (UTA) ha decidido no llevar a cabo el paro de ómnibus programado para mañana, a pesar de las tensiones previas a la asamblea de delegados.
Esta decisión se enmarca en el conflicto que mantiene con la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) debido al retraso en el pago de salarios atrasados para choferes y afiliados al gremio.
Los usuarios, que suman aproximadamente 600,000, habían estado pendientes de la posibilidad de que el servicio público de transporte se viera interrumpido mañana en la provincia.
El secretario general de UTA, César González, había informado previamente a La Gaceta que las empresas no habían realizado los depósitos correspondientes a los salarios reclamados, incluyendo un bono dispuesto por el Gobierno nacional y un monto proporcional por diferencias salariales de los meses de abril y mayo.
Sin embargo, la asamblea de delegados decidió no llevar a cabo la medida de fuerza este viernes.
González explicó que en la reunión programada para las 19 horas se definirán los pasos a seguir el lunes. Hasta ahora, no se ha establecido comunicación con los empresarios ni con ninguna otra entidad, y se espera aclarar la situación durante ese encuentro.
El gremio había iniciado medidas de protesta el martes, con un retiro de colaboración de cuatro horas (desde las 9 hasta las 11 y desde las 15 hasta las 17) y una advertencia sobre un posible paro si los depósitos acordados no se realizaban.
Las razones por las que no se descarta un paro de ómnibus en Tucumán
En el contexto de esta disputa, Aetat sostiene que la situación financiera del sector es crítica y pone especial énfasis en el sistema de compensaciones tarifarias a cargo del Gobierno nacional, así como en las desigualdades en la distribución de fondos que favorecen a la Ciudad de Buenos Aires en detrimento de las provincias del interior.
A nivel nacional, la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP), bajo la dirección de Gerardo Ingaramo, ha emitido un comunicado esta semana advirtiendo sobre medidas inminentes, como la reducción de servicios y la suspensión de personal, para hacer frente a esta situación.
También exige una revisión en la distribución de los aportes federales, alegando que el Estado nacional continúa discriminando a las regiones del interior.
Entre otros argumentos, en FATAP señalan que “a pesar de una inflación que supera el 100%, se ha reducido en un 32% la asignación de fondos al transporte en el interior, mientras que se ha aumentado un 46% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”.
Esto ha llevado a la entidad empresarial a concluir que “la estructura de costos ya no puede soportar más esta situación, y las autoridades lo saben.