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Devotos de la VIrgen del Valle peregrinan a Catamarca

Cada año, miles de devotos de la Virgen del Valle, patrona de Catamarca, Argentina, se congregan en una peregrinación masiva hacia la Basílica Menor Nuestra Señora del Valle. Este evento religioso, considerado uno de los más importantes del país, reúne a personas de todas las edades y lugares, que caminan kilómetros para honrar a su santa patrona.

Es conocida por sus supuestos milagros y por la fuerte fe que inspira en sus seguidores. Muchos creyentes afirman haber recibido curaciones y favores después de orar a la virgen, lo que ha contribuido a alimentar la devoción hacia ella.

La peregrinación a Catamarca generalmente comienza días antes del 8 de diciembre, fecha en la que se celebra el Día de la Inmaculada Concepción, festividad en honor a la Virgen María. Los feligreses, vestidos con ropa cómoda y calzado resistente, inician su caminata desde distintos puntos del país, avanzando hacia el norte de la provincia de Catamarca.

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La caminata puede durar varios días, durante los cuales los peregrinos pasan por distintas localidades y descansan en campamentos improvisados. A lo largo del trayecto, los devotos cantan, rezan y comparten momentos de comunión con otros fieles, consolidando lazos de amistad y solidaridad.

Al llegar a Catamarca, los peregrinos son recibidos por la comunidad local, que los acoge brindándoles alimento, agua y refugio. La Basílica Menor Nuestra Señora del Valle se convierte entonces en el punto de encuentro donde los fieles pueden rendir tributo a su virgen, rezar y agradecer por los favores recibidos.

La festividad culmina con una misa solemne, presidida por autoridades eclesiásticas y representantes gubernamentales. Durante la ceremonia, los fieles depositan ofrendas y realizan rogativas a la Virgen del Valle, en un gesto de devoción y gratitud.

Para muchos devotos, la peregrinación representa no solo un acto de fe, sino también una oportunidad de renovación espiritual y de conexión con lo trascendente. La experiencia de caminar junto a miles de personas que comparten la misma creencia genera un sentido de unidad y fortaleza en la comunidad religiosa.

La peregrinación a Catamarca destaca por el fervor y devoción de los participantes, que durante su trayecto desafían las inclemencias del clima y superan obstáculos físicos. Es un testimonio de la capacidad humana para movilizarse por una causa común y encontrar consuelo en la fe.

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