El reconocido José Adolfo Gaillardou, conocido como “El Indio Apachaca”, fue el encargado de denominar al Festival Folklórico monterizo como “Monteros de la Patria, Fortaleza del Folklore”.
Según cuenta la reseña histórica del evento, este histórico sello tuvo lugar en su primera edición llevada a cabo del 17 al 21 de noviembre de 1965 en el Club Atlético Ñuñorco, durante la intendencia de Antonio José Acosta.
Manuel Aldonate, presidente de la comisión organizadora, fue el responsable de la contratación de Gaillardou, quien ayudó a establecer el festival como el primero de su tipo en la provincia de Tucumán.
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Así es como el festival adquirió su nombre actual: Monteros de la Patria, Fortaleza del Folklore. A pocos días de celebrar su 58ª edición, es importante recordar el legado histórico de este evento autóctono de nuestra tierra:
Dicen que en el alma de monteros vibran cantos y fluyen poemas, como un manantial de noches de encuentro. Monteros “ciudad de cuatro siglos que tienes, junto a Grecia, la virtud de la estrella que designa la frente de Acrópolis del verbo y te alza en el tiempo -ciudad de los poetas- solemne como un pájaro cantando allá en la copa celeste de los vientos”.
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Los recuerdos arriman voces embriagadas de afectos y en el silencio de las siestas y las gargantas de las noches, aún se inquietan los duendes de la bohemia.
Monteros, tierra fértil de expresiones culturales y artísticas. Crisol de razas y fortaleza del folklore nacional. Sede galana y tempranera del “primer festival folclórico organizado institucionalmente por un municipio”.